NOTICIAS BREVES

RETIRO DE MATRIMONIOS. DOMINGO 15 DE SEPTIEMBRE

Retiro de Belén Cortés y Salvador

M.A.F. San Juan de Ávila
RETIRO MATRIMONIOS SEPTIEMBRE 2025

LA FAMILIA CRISTIANA, TESTIGO DE ESPERANZA EN UN MUNDO CONVULSO

1. Oración Inicial
Invocación al Espíritu Santo.

2. Introducción.
Comenzaremos con una breve bienvenida a todos los asistentes a la charla y con nuestra presentación. A continuación, situamos el tema central de nuestra charla: 
 "La familia cristiana, testigo de esperanza en un mundo convulso".

3. Una historia para empezar: “La teoría de las ventanas rotas”.
Hoy iniciamos nuestra charla partiendo de una pequeña historia a raíz de un experimento que generó la famosa “teoría de las ventanas rotas”. Quizás alguno de vosotros la conozcáis ya.
La teoría de las ventanas rotas, de Philip Zimbardo, un famoso psicólogo estadounidense, puede alumbrarnos como personas, matrimonio y familia, a mejorar en nuestro vivir la esperanza.
El experimento que Zimbardo llevó a cabo en 1969 consistía en dejar un coche usado aparentemente abandonado en un barrio pobre y conflictivo como el Bronx; abandonó el vehículo deteriorado sin matrículas y con las puertas abiertas, para así observar el comportamiento de aquellos que se toparan con el coche; en diez minutos el coche fue desvalijado, y en tres días, desmontado y destruido.
Pero esa solamente era la primera parte del experimento, pues la segunda consistía en dejar un coche en las mismas condiciones en un barrio rico y tranquilo, como en Palo alto, en California. ¿Y qué sucedió? Que mientras el coche tuvo un aspecto cuidado nadie lo tocó, pero entonces Zimbardo lo golpeó y rompió algunas ventanas; desde ese momento, los habitantes de Palo alto se comportaron como los del Bronx, destrozando el coche a la misma velocidad.
La conclusión que extrajo del experimento fue clara: cuando los demás ven una ventana rota, un coche o edificio descuidado (también hablamos de nuestro propio templo, de nuestro cuerpo, mente y espíritu), reciben un mensaje inequívoco de abandono que dice: “A nadie le interesa cuidar de esto; romped lo que queráis”. 
En un primer momento se dio a esta teoría un sentido social, pero resulta revelador llevarlo al plano individual, puesto que en nuestra persona también existen elementos frágiles que podemos cuidar o bien declarar en estado de abandono para que sobrevenga la ruina. 
Y recordamos que hoy vamos a hablar de la esperanza…
Moraleja:
Los valores florecen fácilmente en mundos ideales, pero es en el mundo real —duro, contradictorio, exigente— donde ponerlos en práctica se vuelve más difícil, pero también más necesario. Vivir con esperanza sin ver el contexto es quedarse frente al espejo. Elegir cuidar, aun sabiendo lo difícil que es, es el verdadero acto de esperanza.

4. ¿Qué es la esperanza?

Nos pedían dar una charla acerca de la familia cristiana como testigo de la esperanza en un mundo convulso. Nos parecía lo más indicado comenzar definiendo qué es la esperanza. 
Según la RAE,  la esperanza es “el estado de ánimo en el que se considera alcanzable o posible lo que se desea, o bien, la persona o cosa que inspira ese sentimiento”.
Claro, la definición lingüística estaba bien, es la normativa, pero, obviamente, se nos quedaba corta. Así que consultamos el Catecismo de la Iglesia católica, donde se define esperanza como “la virtud teologal que nos impulsa a desear el Reino de los cielos y la vida eterna como nuestra verdadera felicidad, manteniendo la confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos en la gracia del Espíritu Santo, y no en nuestras propias fuerzas”. Casi nada, ¿eh?

Si rastreamos en la Biblia encontraremos historias de todo tipo acerca de la salvación y del itinerario del pueblo con Dios. Personajes que vivieron la esperanza, la desesperanza, la desolación, … los ejemplos son muchos (Abraham, Noemí, Caleb, Job, la propia Virgen María,...) Y podemos apreciar tres tipos de esperanza básicas:  1ª- Esperanza de que la situación cambiará. 
2ª- Esperanza en medio de la situación. 
3ª- Esperanza eterna (esperanza más allá del desánimo) . Abraham no habría alcanzado su promesa si no hubiera tenido esperanza en la promesa de Dios para su vida. Su historia muestra a todos la esperanza en la capacidad de Dios para cumplir sus promesas, incluso cuando parecen imposibles.

5. La sociedad que nos toca amar

Pero debemos seguir avanzando: Si ya sabemos definir esperanza, ahora hay que hablar de dónde vivirla en tiempo y espacio. Vivir esto dentro de un contexto, y un contexto real. ¿Cómo es la realidad que nos rodea?
Podríamos hacer aquí una lluvia de ideas, y seguramente podríamos darnos cuenta de que en general, vemos nuestro mundo con tintes bastante negativos.  El mundo, a menudo, resulta caótico y sin rumbo. Apreciamos en él la pérdida de valores, la soledad, el individualismo y la desesperanza que se manifiestan en esta sociedad que, al mismo tiempo, debemos amar y en la que nos tenemos que integrar. Esto de amar nuestro tiempo y nuestra sociedad es muy difícil hoy día. Primeramente tenemos que amarla, después viene lo demás. Recordemos que el amor hace posible y sostiene la esperanza.
 El cristiano debe tener una idea exacta y cabal del mundo concreto que en la actualidad se le presenta. Este no es solo el mundo que salió muy bueno de la mano de Dios; no es tampoco este mundo perturbado luego por la culpa y el desorden del hombre; ni siquiera tampoco el mundo restaurado por Cristo. Es este mundo, sí, con todas estas dimensiones, y además con las series de dimensiones que aporta el devenir histórico y que pueden añadir una especial malicia. 
Cristo dijo: “No envió Dios a su Hijo al mundo para juzgar al mundo sino para que el mundo se salve por Él” (Jn.3, 17)

Francesc Torralba es uno de los filósofos y teólogos cristianos contemporáneos que más ha hablado acerca de la dimensión espiritual en nuestra sociedad actual. Dice que en términos de espiritualidad, estamos donde estábamos, en un “desierto espiritual”. Lo que rige es el consumismo, la hiperproductividad, la exposición en las redes, la búsqueda de la máxima audiencia y de la máxima notoriedad.
Hay un potencial, el espiritual, del ser humano, que no ha sido ni es suficientemente desarrollado. Hemos desarrollado determinadas inteligencias (lógico-matemática, por ejemplo), pero otras modalidades de inteligencia (como la espiritual) están atrofiadas, infradesarrolladas. Y eso representa un déficit muy notable de nuestra cultura, de nuestra sociedad, de nuestra época.
En relación al progreso moral en nuestro mundo de hoy,  cuando uno ve un telediario o se pone a observar la vía pública ve que existen dos tendencias:
Por un lado, la tendencia a la destrucción, a la crueldad, a la violencia, a la instrumentalización de personas, a la explotación de seres humanos,...
Pero también la tendencia luminosa: el voluntariado, el altruismo, la ayuda mutua, el amor incondicional, la compasión, la defensa de la paz y la justicia, la solidaridad… Todo eso también está.
Tenemos herramientas mucho más sofisticadas, vivimos en sociedades mucho más desarrolladas científica y técnicamente, con marcos jurídicos mucho más respetuosos con los derechos de las minorías.
Pero el ciudadano de a pie de hoy día, el ciudadano común no es más bueno, más honesto, moralmente superior a lo que sería un ciudadano de la época de Sócrates o de Da Vinci o un conciudadano de Voltaire o de Marx.

Después de la radiografía a nuestro mundo y sociedad, si somos sinceros haremos un primer diagnóstico bastante triste: vivimos en un mundo en el que abunda la desesperanza. Y esto es muy importante, ya que debemos ser conscientes de que nuestra posición práctica de adhesión en lo esencial al mundo moderno, o de rechazo, determina y conlleva luego una actitud también fundamental en todos los problemas esenciales que atañen al ser humano en campos como la teología, filosofía, historia, pedagogía, psicología, sociología, y por lo mismo, en economía y política. 
Por ello, nuestro Señor reprochaba a los fariseos y saduceos que supieran discernir el aspecto del cielo y no supieran discernir “las señales de los tiempos” (Mt., 16, 1-4). 
Para San Juan de Ávila, la esperanza también se manifiesta en la respuesta del cristiano a la invitación de Dios, haciendo de la vida un servicio y testimonio del Evangelio.
Se suscita la pregunta sin remedio: ¿Qué desafíos o situaciones de desesperanza vemos hoy en el mundo, que afectan a las familias de cerca o de lejos?

Vamos entendiendo que estamos necesitados de vivir en la esperanza. Y además los cristianos sabemos que la esperanza que nos sostiene a los cristianos firmes en la fe y en nuestra adhesión personal a Cristo es el mismo Cristo. “Sé bien de quién me he fiado”, decía San Pablo (2ª Tim. 1, 12). Son muchas las referencias bíblicas en las que Jesús nos advierte: “no temáis”, “ no os preocupéis”, “no os aflijáis”,.... Recordamos aquí cómo Jesús tuvo en consideración los sentimientos de desesperanza del paralítico en la piscina de Betesda (Jn.5, 1-8). Jesús, en esa ocasión, asume la vida de tantos enfermos, pobres, excluidos sin esperanza. Cabría reflexionar sobre cuáles son mis sentimientos y actitudes con relación a ellos e, incluso, con quién me identifico (¿con el paralítico, con los observadores externos, con el propio Jesús?...)

Acompañada de la esperanza, está también la fe que, iluminada por la Palabra, va acompañando nuestro caminar. Pero quizá nos preguntemos en qué consiste esta esperanza y qué tiene que ver con la redención? El Apóstol Pablo nos recuerda que la esperanza equivale a tener fe, porque antes del encuentro con Cristo, la comunidad cristiana, estaban sin esperanza porque estaban en el mundo sin Dios, por lo tanto, estamos invitados a vivir en y de la esperanza.

Tener esperanza es crear esperanza. ¿Y cómo creamos esperanzas? Cuando visualizamos un futuro mejor y creemos en la posibilidad de alcanzarlo, a pesar de las circunstancias adversas presentes. Y además, cuando trasladamos esa espera alegre a los demás, les ayudamos a acrecentar su esperanza también.

Para volver a la esperanza primigenia necesitamos pasar por un proceso de desaprender creencias saboteadoras y limitadoras como estas:

El mundo es un desastre.
Esto no tiene remedio.
Qué asco de vida.
Todo es mentira.
No hay nada que celebrar.
Apenas hay noticias buenas.
Todo el mundo es egoísta.
Si puede, el otro te va a jorobar.
No puedo confiar en nadie.
Los demás van a lo suyo.
Soy incapaz de cambiar.
El mundo no tiene solución.
La humanidad es estúpida sin remedio.
Hagamos lo que hagamos, el final será catastrófico. Etc…

Y podríamos seguir con una lista interminable de “perlas” de este estilo e incluso peores, que forman parte de creencias cada vez más comunes, tópicos de contagio masivo que raramente son cuestionadas con rigor y en profundidad. Falsas ideas que se caen a la luz de una reflexión detallada y serena, y desde la particular mirada creyente de la fe. Todas estas creencias que hemos ido construyendo a nuestro alrededor, y que ahogan nuestra esperanza, son una programación cultural y también son como una coraza de la que hay que deshacerse porque, de lo contrario, pueden convertirse en verdaderas profecías de destrucción masiva.

Se cuenta que una vez preguntaron al célebre artista Miguel Ángel cómo lograba hacer aquellas esculturas tan divinamente bellas. El genio renacentista respondió que las figuras ya estaban dentro de la piedra; lo único que él hacía era descubrirlas, “quitar lo que sobra”. 
Esto nos ofrece un método muy eficaz para deshacernos de todo lo que aprisiona nuestra esperanza. Quitar todo lo que sobra, liberarnos,... y descubrir que dentro de nosotros siempre han vivido la belleza, el amor, la alegría,...  y esto cimenta en nosotros una actitud de esperanza. Todos tenemos la capacidad de convertir nuestras vidas en una obra de arte, simplemente quitando lo que sobra. Y no hay que desanimarse si la piedra no cede ante los primeros martillazos, ya que “lo que es” puede revelarse más tarde, en el momento menos pensado. A veces vivimos de forma tan inconsciente, con tanto miedo, angustia, ansiedad, culpa, rabia, desilusión, desencanto, anticipación, ...que la esperanza queda tapada, enterrada, ignorada.  
La vida es un sol que, hasta el fin, nunca se apaga. Somos nosotros, con nuestros pensamientos, quienes tapamos ese sol de la esperanza con nuestros nubarrones y tempestades mentales. Los pensamientos que hieren son aquellos que no van de acuerdo con lo que es, con la realidad. La mente clara acepta la realidad y no se sume en el sendero interminable de los pensamientos negativos que se alimentan continuamente de sí mismos. 
Cuando nos enteramos de que algo le ha salido bien a alguien que queremos, por ejemplo, podemos experimentar que la esperanza de que todo saldría bien estaba ya latente en nosotros, aunque insistamos a veces en no querer verla, siempre ha estado ahí, esperando recibir el permiso para ser liberada.

Debemos saber que, aunque vivamos inmersos en la desesperanza con frecuencia…
a)- … la desesperanza puede tener, si lo entrenamos, una duración determinada, un principio y un fin. Es decir, una fecha de caducidad. Debemos decirnos: “Esto también pasará”.

b)- …la desesperanza está ahí por algo; tiene una función esencial: informarnos de que algo va mal.  Como una fiebre que depura el cuerpo, lo que estás viviendo, esa niebla baja de la desesperanza, te permitirá drenar las emociones negativas para regresar al mundo más ligero y libre, y con esperanzas renovadas.

c)- …la desesperanza es solamente el reverso de la esperanza. Del mismo modo que seríamos incapaces de ver un cuadrado blanco sobre un fondo blanco, el dolor de no vivir en la esperanza es necesario para que luego podamos celebrar la dicha de sentir de forma íntima la verdadera esperanza. Sin ese contraste, viviríamos en una apatía parecida a la muerte.

Un poeta de Oriente dijo una vez que la desesperanza y la tristeza es un muro entre dos jardines. Lo contrario de lo que sientes ahora mismo está mucho más cerca de lo que crees, aunque tu dolor no te permita ver en este momento lo que hay detrás. Ten un poco de paciencia y no pierdas de vista que un jardín bello y frondoso te espera al otro lado de la desesperanza.

Ante este enfoque, cabe preguntarnos: 
1- ¿Cuáles son tus creencias o prejuicios que impiden que fluya libremente la esperanza?
2- ¿En qué ambientes o a qué personas doy testimonio de desesperanza?
3- ¿Qué personas empobrecen tus reservas naturales de esperanza? ¿Qué tienen en común esas personas?

En Romanos 12, 2 se nos dice: "Y no os adaptéis a este mundo, al contrario, reformaos por la renovación de vuestro entendimiento para que sepáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable a él, lo perfecto." Esta frase nos invita a no ceder a la mentalidad mundana, sino a buscar una nueva perspectiva y a hacerla desde y para Dios.
En la Gaudium et Spes se reconoce que la Iglesia vive y se relaciona con el mundo. Se afirma que "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo." .

Hay una relación íntima entre la alegría y la esperanza. Mientras el optimismo nos hace vivir como si las cosas fueran a arreglarse pronto, la esperanza nos libera de la necesidad de predecir el futuro y nos permite vivir en el presente, con una confianza profunda en que Dios nunca nos dejará solos, sino que colmará los más profundos deseos de nuestro corazón.

La alegría es fruto de la esperanza. Cuando tengo una confianza profunda en que Dios está hoy realmente conmigo y me mantiene a salvo en su abrazo divino, guiando cada uno de mis pasos, puedo liberarme de la ansiosa necesidad de saber cómo será el día de mañana o qué ocurrirá en lo sucesivo. Puedo estar eternamente donde estoy y poner mi atención en tantos signos del amor de Dios como encuentro dentro de mí y a mi alrededor.
La alegría y la esperanza nunca van separadas. Nunca vemos a una persona llena de esperanza que estuviera deprimida, o una persona alegre que haya perdido la esperanza. Pero la esperanza es algo distinto de los deseos, y la alegría no debe confundirse con la mera satisfacción. Los deseos y satisfacciones se refieren generalmente a cosas o a acontecimientos.

No le pidas tanto a los demás ni a la vida. Reserva tu esperanza para Dios.
Muchas veces confundimos esperanza con expectativas. Y claro, cumplir nuestras expectativas tal como las esperamos y deseamos, no suele pasar frecuentemente. Decía Miguel de Cervantes: “Si quieres montarte en una mula sin defectos, acabarás siempre yendo a pie”.
La esperanza en Dios es un motor que empuja a las personas a ser resilientes, a no rendirnos y a levantarnos tras una caída porque esperamos en Dios y en su sabiduría. 
Hay que añadir que, como humanos que somos, venimos por naturaleza más equipados para preocuparnos y alterarnos que para calmarnos. Sentimos más veces miedo y desconfianza que tranquilidad y esperanza. Estamos programados para el ataque (defendernos) y para la huida (escapar del peligro). Por eso, es necesario conseguir controlar nuestros miedos y saber discernir cuándo nos advierten de un peligro real o cuándo son producto de nuestra imaginación y de la tendencia tan nuestra a defendernos de todo, temiéndolo todo. Quien padece de la necesidad imperiosa de preocuparse y desesperanzarse por todo en realidad busca, por medio de esa actitud, sentirse vivo y en contacto con la realidad. Preocuparse e, incluso, desesperanzarse, es una forma de respuesta. La preocupación controlada es positiva, de gran ayuda, nos protege en la supervivencia humana. Pero la preocupación obsesiva y desesperanzada permanente nos paraliza, nos bloquea y nos impide pasar a la acción…y a la oración.
Para los momentos de desesperanza y desolación (de oscuridad en general), nos decía San Juan de Ávila que “si alguna vez Dios se nos esconde, no por eso se nos va, mas antes está mirando por los agujeros, como esposo celoso, qué hace la tal alma en ausencia de él”. Es decir, nos está poniendo a prueba.
Otras veces perdemos la esperanza porque estamos experimentando alguna pérdida. Decía San Francisco de Sales : “¿Queréis que no os sea tan sensible la pérdida de las cosas del mundo? Pues no deseéis con ansia lo que no tenéis, ni tampoco améis con exceso lo que poseéis”. Nos resulta difícil aceptar la dinámica inexorable de la existencia: todo acaba por destruirse, morir, perecer, quedar reducido a la nada; un vaso que se rompe, las personas de nuestra generación y contexto que se mueren,...todo se diluye y fenece. Acéptalo con paz, sabiendo que todo se renueva constantemente. No podemos quedarnos enganchados en las cosas ni en las personas ni en las situaciones. Convertirnos en eternos nostálgicos. Los problemas y las pérdidas son un componente de nuestra existencia, nuestros lamentos son en vano. Nuestra predisposición debe ser positiva. 
En cada pérdida puede encerrarse una ganancia…si haces el duelo suficiente. El escritor Albert Espinosa tituló un libro suyo así: “Si nos enseñaran a perder, ganaríamos siempre”. Cuánto deberíamos aprender de esa idea…
Cuando crees que conoces todas las respuestas, llega Dios y te cambia todas las preguntas. Y hay épocas en las que Dios nos quiere mostrar de forma más clara esto y nos hace cambiar nuestras respuestas para encontrar nuevas preguntas.
Nuestra fe y esperanza tienen su base firme en ese constante renacer de la naturaleza. Si nos encontramos en un momento neutro o negativo, es lógico que albergues esperanza, como tras la noche sabemos que viene el día, y después de la tempestad llega la calma, y al invierno le sigue la primavera…  En el supuesto de que la mala racha se prolongue y enquiste en nuestras vidas, nos queda el recurso de maximizar los aspectos positivos que podamos rescatar de las situaciones negativas. Entrenar nuestra mirada positiva y apreciativa.
En el personaje de Job podemos ver el contraste entre la esperanza de los que confían en Dios respecto a la desesperanza de aquellos que se han alejado de Él. Sabemos que el propio Job experimenta una profunda desesperanza en su sufrimiento. Dios, a sus ojos, le hace pasar por muchas calamidades… Job es un hombre justo que sufre y lamenta su condición, llegando a decir que ha perdido toda esperanza, similar a un árbol arrancado de raíz; sin embargo, en el mismo Job observamos lo contrario: una esperanza y seguridad para quienes confían en el Señor.  Es decir, el propio Job experimentó ambas experiencias: la esperanza y la desesperanza.
JOB 11, 13,18-19 “Pero si tú tu corazón ordenas y tiendes tus manos hacia Él (-) vivirás tranquilo, porque hay esperanza; estarás protegido y dormirás confiado. Descansarás sin temer a nadie y muchos querrán ganarse tu favor.”

Francesc Torralba, a quien hemos citado anteriormente, señala que “estamos en un tipo de sociedades donde todo estimula a no pensar. Consumir, producir, divertirse, entretenerse, criticar, chismorrear,... todo estimula a no pensar. Lo que caracteriza nuestro mundo occidental es el desencanto. Una especie de cansancio, apatía.”. 
Por otra parte, Torralba intenta introducir algún argumento a favor de la esperanza. Y la cuestión es cómo introducir un discurso sobre la esperanza que tenga legitimidad intelectual y no sea calificado de frívolo, desinformado, obsoleto o simplemente anacrónico.
Es complicado no caer en el catastrofismo, en la visión apocalíptica, en la distopía como destino seguro y fatal, y, al mismo tiempo, introducir un lenguaje sobre la esperanza que sea luminoso -y no irracional, fideísta o puramente emocional o un exabrupto-, que la esperanza tenga sus razones y no sea una salida por la tangente.
Señala los grandes avances que se han producido (a nivel científico, tecnológico o de ordenamiento jurídico e institucional). Dice que “estamos como estábamos. No podemos decir que hay más compasión hoy que en tiempos de Buda, o más caridad hoy que en tiempos de Jesús de Nazaret”. Y se hace eco de una expresión que usó el papa Francisco cuando habló del “virus de la indiferencia”. Porque la indiferencia es la antítesis de una espiritualidad vivida auténticamente.

5. La familia cristiana, un lugar de santificación y esperanza

La Iglesia en España propone la familia cristiana como «fuente de esperanza» en una «sociedad herida».
La familia cristiana «es llamada a ser testigo de esta misericordia divina, que no se cansa de perdonar y de renovar todas las cosas”. En este sentido, los obispos han hecho referencia a las palabras del Papa Francisco cuando, en repetidas ocasiones, ha hecho referencia a un cambio de época con desafíos económicos, políticos, culturales o tecnológicos «que generan incertidumbre y pueden llevar a la desesperanza, pretendiendo reducir al ser humano a un mero individuo, fácilmente manipulable por los poderes que buscan intereses egoístas».

Frente a ello, el papa Francisco recuerda que la familia «es la comunidad que une persona y sociedad». La propuesta cristiana muestra la familia como lugar de encuentro y apertura, donde se vive la reciprocidad, el amor y la fecundidad. En ella, la persona no solo se forma como individuo, sino también como miembro de una comunidad que camina hacia Dios y hacia los demás. En la familia, aprendemos que “no es bueno que el hombre esté solo” (Gen 2, 18) y que nuestra identidad se construye en la relación con los otros.
Esta verdad se convierte en una fuente de esperanza en una sociedad herida por la desesperanza, el aislamiento, la soledad y la ruptura de los lazos comunitarios. La familia es la primera y fundamental estructura en la que se aprende el sentido de la solidaridad, la gratuidad y el cuidado del otro. Allí donde el amor es verdadero y se comparte, surge la esperanza. El mundo y la Iglesia han de mantenerse en alguna relación, ya que tienen un campo común en el que han de encontrarse muchas veces.  En efecto, ese campo común es el hombre mismo que ha de vivir su vida terrestre y, en ella y con ella, alcanzar su fin celeste.

El Cardenal Pietro Parolin aseguró que las familias cristianas son "un signo profético de esperanza en el mundo de hoy" y precisó que "a pesar de desafíos a menudo abrumadores, muchas familias "continúan ofreciendo un testimonio convincente de la belleza del amor conyugal y el poder redentor del sacrificio de Cristo en la cruz. Su testimonio fiel también apunta más allá de ellos mismos hacia la alianza matrimonial entre Dios y la humanidad, anunciada en el 'gran misterio' de la unión entre el Señor y su Iglesia". Subrayó que este testimonio "permanece vital" tanto "en culturas tradicionales y 'progresistas', en países tanto ricos y pobres". Parolin destacó además que "la necesidad de alentar y sostener las familias es una realidad particularmente cercana al corazón del Papa Francisco".

En la Amoris Laetitia el Papa Francisco nos invitaba a ver la familia con un realismo esperanzador. Nos recuerda que el amor familiar es una "fuerza poderosa que nos ayuda a superar la soledad y la desesperación." La familia no es perfecta, pero en su imperfección puede ser un signo visible de la misericordia de Dios.
San Juan Pablo II dijo: “No obstante los problemas que en nuestros días asedian al matrimonio y a la institución familiar, esta, como célula primaria y vital de la sociedad, puede generar grandes energías que son necesarias para el bien de la humanidad”. 
Es necesario hacer de la pastoral familiar una prioridad, que haga de la familia un santuario de la vida y un lugar de promoción humana. 
«En este jubileo se nos brinda la oportunidad de redescubrir el don de la esperanza en la vida familiar, ya que nos trae una sobreabundancia de gracia. Recordemos las palabras de Jesús: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante” (Jn 10, 10).
No obstante las graves crisis de la familia, constatamos que muchas familias se esfuerzan y viven llenas de esperanza y con fidelidad el proyecto de Dios, la fidelidad, la apertura a la vida, la educación cristiana de los hijos y el compromiso con la Iglesia y el mundo. 
Un hecho muestra bien el vigor y la solidez de la institución matrimonial y familiar: las profundas transformaciones de la sociedad contemporánea con muchísima frecuencia manifiestan de varios modos la verdadera naturaleza de tal institución. Queremos señalar tres especialmente: la familia formadora de personas, educadora en la fe, promotora del desarrollo.
la tarea de formadora de personas, la familia la ha recibido directamente de Dios y es deber de los padres favorecer la educación íntegra, personal y social de sus hijos; 
como educadores en la fe, los esposos cristianos son los primeros predicadores para los hijos, a quienes deben inculcar la doctrina cristiana y los valores evangélicos mediante su palabra y ejemplo; 
en cuanto a promotora del desarrollo, la opción preferencial por los pobres de la Iglesia trata de incluir a todas las personas, en la totalidad de sus dimensiones, en el proyecto de una sociedad mejor y, para ello, la familia es la primera escuela de virtudes sociales y de humanismo, siendo el humanismo completo el desarrollo integral de la persona.

Motivos de esperanza en la vida familiar
La familia cristiana es un testigo de esperanza en medio de la adversidad de un mundo convulso al vivir y dar ejemplo de los valores del Evangelio, siendo una comunidad de amor, fe y servicio que contagia la alegría de Cristo en medio de las dificultades. La oración familiar, la paciencia, la caridad y la confianza en el plan de Dios son pilares fundamentales para transformar la impotencia en fuerza redentora, llevando la luz de la esperanza a quienes la anhelan. 
¿Cómo es este testimonio en la práctica?
* Ejemplo de vida:
Los miembros de la familia viven su fe de manera auténtica, mostrando fidelidad a Jesucristo y desapego de los bienes materiales, lo cual atrae a otros. 
* Comunidad de amor:
La familia se convierte en un espacio donde se practica el amor incondicional, superando las resistencias y los conflictos con paciencia, y asegurando la vida eterna con Cristo. 
* Fortaleza en la oración:
La oración, especialmente la oración en familia, es un momento clave para acercarse a Jesús, transformar la impotencia en fuerza y encontrar la salvación para este mundo. 
* Compartir el Evangelio:
Las familias pueden invitar a otras a participar en actividades como una comida o un ratito compartido en casa, una actividad juntos, una salida, o a participar en alguna actividad de comunidad o parroquial, compartiendo así la fe de una manera directa. 
* Contagiar la esperanza:
La esperanza no es solo optimismo, sino un don de gracia que surge del encuentro con el Cristo resucitado. Las familias son invitadas a dejarse llenar por esta esperanza y a hacerla contagiosa para los demás. 
* Propósito y bendición:
Desde la perspectiva de la fe, Dios tiene un plan que incluye la familia como un medio para encontrar propósito y alegría, y para que los lazos familiares perduren. 
En resumen, la familia cristiana es una "eclesia" (iglesia en casa), un faro de luz y un semillero de esperanza que, a través de su testimonio vivo, puede transformar el mundo convulso en el que vive. 
En el Vaticano II se añade: “Los seglares han de procurar, en la medida de sus fuerzas, sanear las estructuras y los ambientes del mundo, si en algún caso incitan al pecado, de modo que todo se conforme a las normas de la justicia y favorezca más bien a que impida la práctica de las virtudes. Obrando así, impregnarán de sentido moral la cultura y el trabajo humano. De esta manera se prepara a la vez y mejor el campo del mundo para la siembra de la divina palabra, y se abren de par en par a la Iglesia las puertas por las que ha de entrar en el mundo el mensaje de la paz”.

Elevemos la mirada hacia la Virgen María. Ella es el ejemplo perfecto de la esperanza. A pesar de los miedos y las incertidumbres que enfrentó, desde la Anunciación hasta el Calvario, a lo largo de todo su itinerario personal, siempre confió plenamente en la promesa de Dios.
María es un modelo de esperanza que se mantiene firme en medio de la prueba. En el seno de la Sagrada Familia, ella y San José custodiaron la esperanza de la salvación del mundo. La familia cristiana, al igual que la Sagrada Familia, está llamada a ser un nido de esperanza en un mundo que la necesita desesperadamente.

PREGUNTAS PERSONALES: 
* ¿Cómo vivo la esperanza en mi propia familia? ¿ Y en mis otros ambientes? ¿Soy agorero/a? ¿Qué miedos y qué expectativas me impiden vivir más auténticamente la esperanza cristiana?
* ¿Estoy siendo un testigo de la esperanza o permito que el mundo domine mi hogar? ¿Qué idea repetida boicotea mi esperanza?
* ¿Qué signos de esperanza puedo ofrecer a mis hijos, a mi cónyuge, a mis padres, a mis compañeros,...?
* ¿Qué puedo hacer hoy para convertir mi casa en una Iglesia doméstica más auténtica y fiel a la esperanza en Cristo ?
PARA EL DIÁLOGO MATRIMONIAL Y EN GRUPO:
* Como matrimonio y familia, ¿en qué ambientes y cómo damos testimonio de desesperanza? ¿Por qué? ¿Cómo podemos mejorar nuestra vivencia y testimonio?
* ¿De quiénes nos rodeamos que nos ayudan a crecer en la esperanza y la actitud positiva ante la vida?
* ¿De qué manera compartimos como matrimonio y familia la esperanza y el amor de Dios con otras personas ?¿Cómo vivimos el compromiso de ser “luz del mundo y sal de la tierra” dentro de nuestra vida de pareja?
* ¿Qué ha sido más difícil y más gratificante al intentar trasladar la esperanza como matrimonio cristiano en un mundo que a menudo lo cuestiona?¿Qué experiencias hemos tenido?

Belén Cortés Y Salvador: La Familia Cristiana como esperanza en el mundo convulso

MISA DE ACCCIÓN DE GRACIAS DE LA 75º PEREGRINACIÓN A FÁTIMA

MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS DE LA 75º PEREGRINACIÓN A FÁTIMA.

Como todos los años, los peregrinos dan gracias a Dios por los frutos de la Peregrinación. En cada peregrinación recibimos gracias y regalos que Nuestra Señora nos da. Cada uno sabe que gracias ha recibido, y cómo tiene de mostrarlas en el servicio del Señor.
	La Eucaristía la presidía nuestro hermano sacerdote Paco Castro, Hijo de nuestra comunidad. Gracias siempre por su dedicación y amor a nuestro Movimiento. Como siempre, una homilía centrada en la Cruz y su exaltación; a través de ella vamos caminando con Jesús hacia ese reino que Dios nos tiene preparado. Se me olvidaba, Enrique empezaba la monición de entrada haciendo una semblanza de tantos beneficios como nos ha aportado y ha aportado a nuestro Movimiento y a las personas que hemos llevado, recordando también a nuestros fundadores y la ilusión que ponían en las peregrinaciones.
	Y qué deciros más; aquí os pongo una video sobre la misa y la foto final de todos los peregrinos.

RETIRO DE MUJERES EN MARIA MADRE DE DIOS. MARTES 9 DE SEPTIEMBRE

MARIBEL HORMIGO

El retiro en Briales, comentado por Paqui Baez

NOVENA DE LA VICTORIA. DOMINGO 31 DE AGOSTO 2º DIA

DOMINGO 31 DE AGOSTO:  2º DIA DE NOVENA DE LA VIRGEN DE LA VICTORIA.
Nuestro Movimiento, este domingo, 31 de agosto, estuvo invitado en la novena de la Virgen de la Victoria. Y allí estuvimos: en el rezo del rosario a las 7:30 y en la Eucaristía a las 8 de la tarde. Poco a poco se iban viendo rostros del Movimiento, y la alegría se mostraba en nuestros rostros al ver a los hermanos. 
La eucaristía estuvo presidida por D. Antonio Collado; como siempre una homilía elaborada y mariana como correspondía: nos invitaba a llenarnos de la valentía de María, y a que nuestros cuerpos fueran templos del Espíritu Santo. Salieron todos los temas que en estos momentos acucian al mundo. Nuestro Movimiento sonó cuando hicieron referencia a las instituciones religiosas que allí estaban. Es siempre motivo de alegría que a uno lo nombre, y pueda estar. Os dejo unas humildes fotos que expresan nuestra presencia y amor a la Virgen María, en esta advocación de nuestra patrona de Málaga. Que sea para nosotros un comienzo de curso con entusiasmo. Abrazos a todos.

75ª PEREGRINACIÓN A FATIMA

75º PEREGRINACIÓN A FÁTIMA DEL MAF SAN JUAN ÁVILA DE MÁLAGA.

Como estaba previsto, la 75º peregrinación a Fátima iniciaba su singladura el jueves 31 de julio a las 7 de la mañana en el polideportivo de Ciudad Jardín. Esta peregrinación ha sido una peregrinación especial por el ese 75º peregrinar a Fátima; donde miembros veteranos del Movimiento que han ido han sido invitados a ella. Y el motivo muy sencillo reconocer el bien que ha hecho la Virgen del Rosario de Fátima a tantas personas que se han llevado a allí y a nuestro Movimiento; además para retomar nuestro compromiso misionero con las familias, y animarnos a seguir adelante. Y es cierto, y así se reflejaba en las conclusiones de vuelta, la sangre nueva de los organizadores y su ardor.
	Hemos sentido la mano de nuestra madre en las expresiones de los peregrinos: unos por la fuerza y la paz, otros porque han descubierto la necesidad de comprometerse más, otros han sido tocados por detalles reales concedidos por la Madre a dificultades familiares, otros el compromiso de plantearse una fe más real y eficaz. El que suscribe ha tenido sus propias luchas internas; pero el convencimiento de entregarse con ilusión a nuestro proyecto comunitario. Han ido mujeres que iban en nuestra peregrinación por primera vez, impresionadas. Una familia nueva integrada en nuestra comunidad. En fin había una pluralidad de realidades personales allí. Llamó la atención el matrimonio Loli y Emilio que iban bastantes impedidos con sus sillitas de ruedas y sus hijos: Juani , el conductor del autobús y Marta, dando testimonio de cómo los hijos devuelven el amor a sus padres para que disfruten de estar allí con la Virgen: Son testimonios que nos impregnan de ese amor devuelto a los Padres y de cómo esos hijos se han entregado a ellos. Desde aquí esa gratitud de todos por el ejemplo y la lección dada a nosotros.
	Han salido mucho temas en las reflexiones: la vida cristiana en la vivencia de la comunidad, la oración y el encuentro con María para llegar a Jesús, las realidades familiares dificultosas como penitencia y sacrificio y aceptación en unos padres cristianos, como aquella familia de los pastorcillos que educaron en la fe a aquellos niños.
	Os dejo estas fotos que poco a poco irán ilustrando la peregrinación para que sintáis en vosotros las vivencias tenidas.
Pd.: El rector recibió al Movimiento y nos concedió una medalla y un rosario, por ser la 75º peregrinación.

En el calvario

IMAGENES y VIVENCIAS DE LA PEREGRINACIÓN

Flashes de la 75º peregrinación a Fátima

Reflexión en Loca del Cabezo, sobre la Eucaristía. Miguel Ángel

Despedida de Fátima

BODAS DE ORO DE ALFREDO Y MANOLI

Alfredo y Manoli

ASAMBLEA DE FIN DE CURSO. 29 JUNIO 2025

ASAMBLEA DE FIN DE CURSO. REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL

Nuestro responsable mayor empezaba esta reflexión de final de curso dentro del contexto de la festividad de San Pedro y San Pablo: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?...” Pregunta que Pedro inspirado por El Espíritu Santo contesta… y que también va dirigida a nosotros. Nuestro responsable se hacía eco de aquellas palabras del Señor: “Yo estaré con vosotros todos los días”. Y seguía afirmando la necesidad del descanso  vacacional; pero el verano no es un tiempo de no hacer nada, es un tiempo de esperanza. Y el Señor siempre va con nosotros, nos acompaña siempre, y nos está preparando ese sitio en el cielo. Todo ello dentro de este contexto de desánimo donde estamos en estos momentos situados. Nos seguía diciendo: sin llamada del Señor no hay meta. La vocación se actualiza en cada momento, según las situaciones, con la certeza de que El no nos abandona, y nosotros vemos su actuación en nuestras familias: ¿Cómo podré pagar tanto como ha hecho por nosotros?. Por lo tanto se tiene que despertar el compromiso de la tarea de la evangelización, como decía Pablo: “Hay de mí si no evangelizo. Nos recordaba aquellas palabras tan entrañables de Trini, propias de este tiempo de descanso: Cuidar al Apóstol… Y el verano es un tiempo para preguntarnos por nuestro camino de santidad: se recordaba la carta II de San Juan de Ávila: de cómo tiene que haber un equilibrio entre el provecho de uno mismo y el de los demás –ambos tienen que darse para un buen provecho-.
	En este sentido nos recalcaba Miguel Ángel que el varano es un tiempo de revisión, de nuestro Plan de vida, y que no podíamos llevarnos por el desánimo, sino volver al amor primero, siendo fieles a la oración diaria, y al compromiso adquirido de nuestra misa comunitaria, de la asistencia a los retiros, … y llevado con espíritu de Sacrificio. La Esperanza no  defrauda y el entusiasmo depende de nosotros, y ésta, la esperanza, hay que llevarla a los demás, cuidando esa llama que llevamos del Señor. ¿Cómo respondo a la vocación a la que he sido llamado? Es una llamada de amor y Esperanza la del Señor; y aunque la edad nos retuerce y nos afloja, y salen los malos recuerdos de los demás hacía nosotros, estamos llamados a sembrar paz, a llevar esperanza a los demás: enfermos, vecinos, amigos, etc… Y ello para que puedan reconocer a Dios en esos signos de amor. Es oportunidad para transformar la vida de cada uno , para encontrar a Dios: Con mucho sosiego (parafraseando a S.Juan de Ávila por si Dios nos quiere hablar, cuyo verdadero guía es el Espíritu Santo que sopla suavemente).

Os pongo la reflexión completa de Miguel Ángel al lado. Un servidor os ha puesto los apuntes que ha ido tomando para su manejo. Espero que sirva para tenerlos presente durante este tiempo vacacional.

Responsable mayor: Miguel Ángel Villarejo Ordóñez

REFLEXION COMPLETA

ASAMBLEA FIN DE CURSO 2024-2025 
Hoy estamos convocados por el Señor, en estos salones de la Parroquia de la Asunción, para que, como hizo Jesucristo con discípulos cuando habían llegado a la región de Cesarea de Filipo, tener una conversación íntima cpn ellos. Y empieza preguntándoles algo genérico que no compromete: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? (cf Mt 16, 13-19). 
Podemos llegar cansados por el calor, porque tenemos un año más, alguna nueva enfermedad que nos han detectado, algún ser querido que se nos ha ido al cielo… pero hagamos ya una confesión de esperanza, que brota de la Pascua: «¡No temáis, yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo!».  
Necesitamos un descanso del curso pastoral, un verano que ha de ser “una nueva etapa evangelizadora marcada por la esperanza”, fruto del encuentro con la misericordia del Padre en este año Jubilar, que nos invita a vivir en esperanza:  
∙ Reafirmando una confianza ilimitada en el Señor, que nos acompaña y camina entre nosotros, que nos tiene preparado un sitio en el cielo hacia el que caminamos. 
∙ Para que no cedamos a la tentación del desánimo, sino a renovarnos superando nuestras posibles debilidades, personales o comunitarias y reavivando la vocación a la que fuimos llamados; porque sin llamada no hay respuesta; sin llamada no hay meta; sin llamada no hay un camino certero 
∙ Y caminando unidos con la certeza de saber que Dios nunca nos abandona 
∙ con una mirada agradecida: «¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho?» (Sal 115,3) 
∙ fomentando la comunión: «Que sean uno en nosotros […] para que el mundo crea» (Jn 17,21) 
∙ renovando nuestro compromiso apostólico, que se sustenta en una vida de oración y sacrificio: «Ay de mí sino evangelizara» (1Co 9,16).
∙ fortaleciendo la pertenencia a la Iglesia a través de la parroquia, en estos tiempos tan necesaria: «La Iglesia es la familia de Dios en el mundo» (Deus caritas est, 25). y 
∙ llevando la experiencia de Dios a todos los lugares: «El Señor es el lote de mi heredad» (Sal 15, 5). Siendo testigos de esperanza: porque nuestros nombres están escritos en el Reino de los Cielos. 
Nuestra querida Trini, que nos mira y cuida desde el cielo, siempre nos decía, siguiendo la doctrina aprendida de San Juan de Ávila a través del Padre Soto, que teníamos que cuidar antes del apóstol que de su apostolado. 
El objetivo de la Asamblea, según los estatutos, es revisar el curso pastoral que estamos finalizando, pero antes de revisar nuestro apostolado, que lo harán las ternas de la sección de mujeres y de matrimonios, vamos a pararnos y revisarnos como apóstoles, testigos de esperanza, para que cada uno de nosotros veamos cómo estamos en el camino de santidad al que hemos sido llamados a través de nuestra vocación, vocación a la santidad, especialmente a través del matrimonio y la vida familiar con la ayuda inestimable de nuestro Movimiento al que debemos nuestra fidelidad; porque como dice San Juan de Ávila en la carta 11, “nuestro señor Jesucristo se nos es dado de ejemplo para que, no olvidando nuestras propias obligaciones, tengamos cuidado del gobierno y provecho de los otros. Porque el ser bueno para sí solo, cosa imperfecta es; y el ser bueno para otros y no para sí, cosa dañosa es.” 
El verano, en el que no mantendremos muchas de las reuniones, retiros, misa de Comunidad, tendremos más tiempo de descanso laboral… es un tiempo privilegiado para reencontrarnos con el Señor, con nuestro cónyuge, con nuestra familia, con nuestros hijo y nietos, sin las obligaciones de tenerlos que llevar o recoger del cole, con los amigos… 
Es tiempo propicio para retomar la oración y el Plan de Vida. 
∙ Porque necesitamos fortalecer nuestra identidad eclesial como movimiento, si no queremos desvanecernos entre las múltiples realidades diocesanas y/o parroquias. 
∙ Y urge no ceder a la tentación del desánimo, sino renovarnos volviendo al amor primero: oración y meditación diaria de la
Palabra de Dios, vida de sacramentos, fidelidad a la vocación de bautizado (santo y apóstol) y a la vocación matrimonial, fidelidad a nuestros compromisos (reunión semanal, misa de comunidad, retiro mensual, convivencias y ejercicios anuales…) y espíritu de sacrificio “lo primero y lo mejor para los demás, lo último y lo peor para mí; y de esto que no se entere nadie” 
∙ Para así recobrar la Alegría en nuestra vida y ser testigos de Esperanza, cuidando todo lo que nos ha hecho bien de nuestro movimiento y ofreciéndoselo a los demás. 
Primera Prioridad: La celebración del Jubileo 2025, bajo el lema “Peregrinos de esperanza” 
¿Hemos mantenido encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hemos hecho todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras a pesar de las guerras, la inmigración? 
¿Hemos redescubierto la importancia y la necesidad del sacramento de la Penitencia para nuestra vida espiritual?. 
¿Cómo estoy respondiendo a la vocación a la que Dios me llama? Una vocación que madura con el tiempo y que ha de adaptarse a las limitaciones que nos impone la enfermedad o las circunstancias de la vida, en las que el Señor me sigue llamando y me invita a descubrir en las realidades en las que me encuentro, el Paraíso que me tiene prometido. 
¿Me apoyo en este camino en mis fuerzas o en la gracia del Espíritu Santo que actúa en cada uno de nosotros? 
¿Experimento que «Dios me ama», «Cristo me salva» y «Él vive», con la acción del Espíritu Santo, que es quien «mantiene viva la esperanza a la que fuimos llamados?.  
¿Educo en la esperanza?
¿Con qué signos muestro en mi vida que soy testigo de esperanza? 1) Ser artífices de paz 
2) Mi familia como fuente de esperanzan en el mundo 
3) Cercanía ante los enfermos, haciendo presente a Dios como el buen samaritano 
4) Cuidado de la Casa común 
5) Valorando a los mayores 
6) Siendo signo de esperanza para los jóvenes (¿Cómo estás? Bien, sin entrar en detalles) 
7) Ayudando a los pobres  
8) Integrando a los migrantes  
9) Acompañando espiritualmente a los que me rodean, ayudando a descubrir a Dios, presente en cada persona y en toda situación; buscando la unidad, siendo servidores de la verdad, animados por el amor a Dios y a los demás. 
SJA en la Carta a Fr. Luis de Granada, describe el sentido de paternidad: «Debe, pues, vuestra reverencia, para el oficio a que ha sido llamado, atender mucho que no se amortigüe en el espíritu de hijo para con Dios, Padre común, y en el espíritu de padre para con los hijos que Dios le diere».  
«Todo se ha de hacer con el más sosiego que pudieren, para que si Dios quisiere hablar, no los halle tan ocupados » (Carta 1ª, 331ss). 
Porque el verdadero acompañante es el Espíritu Santo. 10) Fortaleciendo los lazos de la comunidad: 
 ◦ Peregrinación a Montilla: 23 de Noviembre 
 ◦ Peregrinación a Almodovar: Pendiente 
 ◦ Peregrinación al Santuario de la Victoria (Mayo) 
 ◦ Peregrinación a Fátima
Segunda Prioridad. AÑO DEDICADO A LA ORACIÓN 
Tercera Prioridad: LA PARROQUIA COMUNIDAD EVANGELIZADORA 
Que la parroquia sea comunidad de comunidades, con tres características concretas: inclusiva, evangelizadora y atenta a los pobres. 
Cada cristiano debe asumir su compromiso bautismal 
Cada uno sabrá cómo puede dar testimonio, a quién puede ayudar, con quién puede ser hospitalario, a quién puede consolar, abrazar, acoger sin condiciones; cada uno sabrá a quién puede conmover, cómo mostrar el rostro y la sonrisa de Dios, su belleza; cada uno sabrá cómo puede transmitir la alegría interior de la buena nueva. 
Es necesario redescubrir, por la fe, el verdadero rostro de la parroquia: la familia de Dios; una fraternidad animada por el Espíritu de unidad; una casa de familia, fraterna y acogedora. 
• Colaborar como individuos y como Movimiento en la tarea evangelizadora de nuestras parroquias: catequistas, reuniones, preparación al sacramento del matrimonio, equipos de liturgia, etc 
• Estar disponibles a formar parte de los Consejos Parroquiales, buscando lo que nos une y apartando lo que nos separa 
• Orar por las vocaciones sacerdotales y por los sacerdotes

INTERVENCIONES DE LAS TERNAS.

Mujeres

Matrimonios

Asamblea

ENCUENTRO DE APOSTOLADO SEGLAR. SÁBADO 14 DE JUNIO.

ENCUENTRO DE APOSTOLADO SEGLAR
	Hoy, sábado, 14 de junio, se ha celebrado el encuentro se Apostolado Seglar en el Seminario. La acogida fue a las 9:30 de la mañana. Como os imagináis suponía para todos un reto poder estar ya operativos a esa hora; pero, gracias a Dios, el que suscribe llegó bien con Pilar mi esposa y todos los deberes familiares y de hogar hechos. El encuentro ha durado hasta las 14 horas.
	Y qué deciros … Pues que cuando uno llega y participa, se llena uno de Dios: del testimonio de los hermanos. Previamente, D. Jesús Catalá, nuestro obispo, nos dirigía unas palabras donde mostraba, como nos recordaba en la homilía de Pentecostés, la belleza de la Iglesia en la pluralidad de la misma: “como un jardín lleno de flores, donde hasta la más pequeña da belleza a ese jardín”.
	Una vez hecha la presentación del encuentro los asistentes pasamos por los distintos talleres en distintos grupos. Los talleres fueron varios:  Taller de Comunidades Vicencianas Parroquiales de Melilla, donde estos laicos nos mostraban la realidad de Melilla y de su labor misiones; el de la Hoac , donde se nos mostró la presencia y la preocupación cristiana en el mundo laboral, obrero, y ahora migrante; el taller de los movimientos familiares y matrimoniales: los Equipos de nuestra Señora, y el Maf San Juan de Ávila, que nos hablaron de su labor familiar y conyugal para potenciar el sacramento del matrimonio y la realidad familiar; los movimientos misioneros del MAC y MIES, que nos mostraron la enriquecedora experiencia de sentirse enviados por Dios a Venezuela, a la misión de Caicara del Orinoco, y a Ecuador. En todos los talleres nos sentíamos vibrar y nos sentíamos unidos en la labor que los Laicos tenemos que realizar en cualquier lugar del mundo. El lema: LAICO PARA QUIÉN ERES, tenía su razón de ser. El final Paxi, con sus ilustraciones, nos ponía el broche final de la razón de ser de cada cristiano: tenemos un pasado, vivimos un presente, y tenemos un futuro: la Trinidad –El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- que colman y nos hacen vencer los vaivenes de la vida, y dar sentido a nuestra existencia. Damos gracias a Dios por esta experiencia de compromiso de nuestros hermanos que nos motivan a seguir trabajando activamente en la Viña del Señor.

FOTO DE LOS ASISTENTES

Intervención de D. Jesús nuestro obispo.

Imágenes del encuentro de Apostolado Seglar.

JUBILEO DEL APOSTOLADO SEGLAR: ORGANIZACIONES Y ASOCIACIONES CRISTIANAS. DIA 8 JUNIO: FIESTA DE PENTECOSTÉS

JUBILEO DE LOS MOVIMIENTOS Y ASOCIACIONES CRISTIANAS EN EL ÁMBITO DEL APOSTOLADO SEGLAR.

Hoy, domingo 8 de junio de 2025, Festividad de Pentecostés, nuestro Movimiento  ha celebrado el Jubileo de la esperanza. Todo empezaba en la Iglesia de San Juan a las 10 de la mañana, donde los distintos grupos y asociaciones, entre ellos nuestro Movimiento, se encontraban. Era entrañable ver caras familiares en los distinto grupos que descubría el hecho de habernos visto en otras concentraciones, y que habíamos tenido alguna relación: evidentemente el hecho de ser Cristianos. 
	En la entrada, ya nos acogía el delegado de Apostolado Seglar, nuestro hermano del Movimiento: José Carlos Pérez; el cual iba repartiendo puntos para participar en este encuentro previo de las asociaciones, donde el evento central era la Exposición del Santísimo y su adoración. Allí en San Juan se tuvo esta adoración con distintas peticiones al Espíritu Santo, aderezado con canciones que nos hacían meditar.
	Posteriormente se organizó la peregrinación con los distintos grupos; los cuales llevaban pancartas alusivas al jubileo. Fue un momento de testimonio cristiano por las calles. Las personas que nos veían se sentían interpeladas: algunos nos grababan, otros nos miraban como sintiendo lo que íbamos mostrando, y dando vivas al Espíritu Santo. ¡Qué momentos!
	En la Iglesia Catedral, el Sr. Obispo, nos recibió a todos los grupos dándonos la bienvenida: nuestro responsable mayor, Miguel Ángel llevaba la pancarta.  Fue un momento emotivo. Y posteriormente comenzó la Eucaristía. La homilía de Dn. Jesús maravillosa: Habló de la pluralidad de los carismas del Espíritu que se plasman en los grupos, y como todos esos carismas y grupos hacen a la Iglesia hermosa como un arcoíris, donde es el mismo Espíritu el que insufla esos dones. Los cuales poseemos todos y que ninguno es desdeñable. Habló de la importancia de las parroquias, y de cómo los grupos deben tener esa manifestación también en las mismas. Quisiera deciros más cosas. Os invito a que veáis los documentos visuales que os pongo a continuación. Y termino dando gracias a Dios por este día Jubilar tan hermoso para todos. Y ver a nuestro querido Dn. Jesús restablecido.

Miguel Ángel

CELEBRACIÓN DE LA FESTIVIDAD DE LOS PATRONOS DE NUESTRO MOVIMIENTO

Adoración y meditación sobre S.Juan de Ávila a cargo de Fuencisla Castilla

Fuencisla Castilla

SAN JUAN DE ÁVILA
9 DE MAYO DE 2.025 – MEDITACIÓN ANTE EL SANTÍSIMO
A todos los santos se les identifica por unos atributos, pues bien, como todos sabemos, los de San Juan de Ávila son, un libro y un crucifijo en la mano, porque  aunque se nutrió de diversas fuentes del saber, como la teología, la filosofía, los escritos de otros autores; lo que más le instruyó, fue meditar la sagrada Biblia y la contemplación del Crucifijo. Y como  muchos de los miembros del movimiento estamos pasando, de una forma o de otra, por unos momentos duros , quizá más que en otras ocasiones, he querido que el hilo conductor de esta meditación sea precisamente la contemplación del Crucifijo, para que así aprendamos más de Nuestro Señor Jesucristo y  de nuestro Santo Patrón. No hay seguimiento de Jesús sin tener en cuenta la existencia de la cruz. No podemos pretender contarnos entre los amigos del Señor apartándonos de esa cruz, que nos configura con Cristo crucificado y que nos lleva a poder vivir y experimentar la resurrección con Él, ya que todo el que abraza su cruz por amor se verá transformado. 
En cuanto a la sagrada biblia, nuestro santo patrón, fue un gran conocedor de ella. Sobre él se decía que si, por desgracia, ésta se llegara a perder, él sólo la restituiría a la Iglesia, porque se la sabía de memoria. 
Él se sentía enviado y servidor, así como también portador y anunciador del Evangelio de Jesús, pero le dolía no verse completamente revestido de la misma túnica que nuestro Señor llevó; por lo que a partir de aquí, su mirada se centró en Jesús crucificado, contemplando sus heridas: sus clavos, sus espinas, sus golpes, sus llagas, sus humillaciones y su túnica de sangre; siendo esta contemplación lo que poco a poco lo fue transformando hasta el punto de hacerle capaz de configurarse con Cristo: un amor como el suyo, un predicar de amor como el suyo. Así el Crucifijo se convirtió en él, un encuentro con Cristo, encuentro redentor y salvador.
Cuando estaba encarcelado consideraba la cruz como un camino de libertad y un instrumento para el amor. Pero ¿de qué libertad puede hablar, ya que se encontraba preso y con amenaza de muerte? Para él la verdadera prisión era el pecado y la única muerte era la maldad. 
Por lo que reflexionando esto podemos ver cómo el crucifijo nos  revela el misterio del pecado y de la redención. La cruz es el juicio de Dios sobre el pecado humano que deshace nuestra humanidad y contemplar a Jesús en la cruz, pone en evidencia el horror del pecado que ha destrozado incluso al Hijo de Dios y  también destroza al hombre. En esto no puede haber lugar para pactos. La cruz pone en su sitio la relativización o minimización del pecado. Mi mala acción o mi omisión de lo bueno que tengo que hacer, pueden terminar crucificando a Jesús en mí o en mis hermanos. Jesús, en la cruz, nos habla de la seriedad y de la realidad, con trágicas consecuencias, que es el pecado. Hoy día no se habla de éste porque la sociedad ha experimentado una  visible transformación tomando como referencia valores secularizados y relativistas dejando a un lado los evangélicos.
San Juan de Ávila entiende que la cruz es la llave de la libertad porque en ella está el único libertador, que como decía San  Pablo en Gal 2,20: “Me  amó y se entregó a la muerte por mí.”  Para nuestro Santo Patrón el camino de la perfección está marcado por la cruz, porque precisamente compartir la misma vida de Cristo equivale a correr su misma suerte en cruz. Porque ella es el lugar donde la persona descubre la inmensidad del amor de Dios. Jesús crucificado es la mayor y mejor escuela de santidad.  San Juan de Ávila encuentra en el crucifijo la verdadera sabiduría y el verdadero amor. 
Contemplar y adorar a Jesús crucificado, es entrar en el misterio de la muerte y del dolor, pero al mismo tiempo es entrar en el misterio de la vida, ya que en la entrega de Jesucristo está todo; de su amor recibimos todo. Por eso él sobre ésto nos hace percibir como la conversión del corazón no proviene de grandes reflexiones, o de la sabiduría que proviene de leer grandes libros, sino que nace de la cruz, del costado abierto de nuestro Salvador Jesucristo. En su crucifixión somos curados, somos sanados, somos liberados del pecado y de la muerte. Es más, somos liberados de nuestro amor propio, de nuestro “yo”.
El corazón traspasado de Cristo ha revolucionado, si cabe esta expresión, la forma de amar. Su corazón abierto abre una nueva esperanza a la persona que sufre por su propio egoísmo e incluso a la que sufre por distintas causas. Pero el amor de Cristo crucificado al mismo tiempo es un amor que “hiere” para poder sanar y curar.
El Señor “hiere” para poder sanar y curar, como el enfermo al que se le aprieta la parte del cuerpo infectada, para así sacar todo el pus. Y esto duele pero después, el enfermero  pasa a poner la venda.  Pues Jesús “hiere”  pero es Él mismo el que pone la venda.
Los sacrificios y las penitencias, hoy día, están muy olvidaos y ausentes. No se predica la necesidad del sacrificio, se olvida que Cristo murió en la cruz, se olvida que la vida del cristiano es una vida de cruz. Olvidamos lo que decimos en la Salve: “ …a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas”.  Y San Juan Pablo II dijo que el sacrificio y penitencia no son los mejores caminos para llegar al cielo, sino que son el único. Olvidamos también que Jesús dijo: “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” ( Mt.16,24) Esto es, el camino del cielo es estrecho, porque si no llevamos una vida de negación, una vida de darle al cuerpo menos de lo que éste exige, y no ofrecemos nuestros sufrimientos, no lo alcanzaremos. A veces el cuerpo no sólo nos traiciona, sino que también nos pide traicionar.
 El sacrificio ofrecido por amor tiene sentido redentor, porque unido a la cruz de Cristo tiene un valor de santificación para cada uno de nosotros. Y todas estas experiencias,  nuestro Santo Patrón la expone de de una forma extraordinaria en su escrito: “Tratado del amor de Dios”. En el apartado: “La Locura de la cruz”, contemplando la herida del costado nos dice: “¿Qué has hecho, AMOR dulcísimo? ¿Qué has querido hacer en mi corazón? Vine aquí por curarme, ¡y me has herido! ¡Oh dulcísima herida, oh sapientísima locura!, nunca me vea yo sin ti. No solamente la cruz, mas la misma figura que en ella tienes, nos llama dulcemente a amor; la cabeza tienes inclinada, para oírnos y darnos besos de paz, con la cual convidas a los culpados, siendo Tú el ofendido; los brazos tendidos, para abrazarnos; las manos agujereadas, para darnos tus bienes; el costado abierto, para recibirnos en tus entrañas; los pies clavados, para esperarnos y para nunca poderte apartar de nosotros. 
De manera que mirándote, Señor, en la cruz, todo cuanto vieren mis ojos, todo convida a amor: el madero, la figura, el misterio, las heridas de tu cuerpo; y, sobre todo el amor interior me da voces que te ame y que nunca te olvide en mi corazón”. 
Surgiéndole de esta contemplación la siguiente oración basada en el Sal136, 5: ¿Pues cómo me olvidaré de ti? Si de ti me olvidare, ¡oh buen Jesús!, sea echada en olvido mi mano diestra; péguese mi lengua al paladar si no me acordare de ti y si no te pusiere por principio de mis alegrías.”
Y aquí nos podríamos preguntar: ¿Cuál es mi oración personal cuando contemplo el crucifijo?  
Pidámosle al Señor  que lleguemos a aceptar y asumir el valor de nuestras pequeñas o no tan pequeñas cruces, de nuestros achaques, de nuestras dolencias, de nuestra enfermedad o la de nuestros seres queridos, de nuestra soledad incluso estando en compañía.
Pidámosle también, que nos conceda convertir en ofrenda amorosa nuestras cruces  de cada día, en reparación por nuestra vida no perfecta, la de nuestros familiares y amigos,  y en apostolado por nuestros hermanos.
San Juan de Ávila, también tiene un apartado, en este Tratado del Amor de Dios, sobre el “Fundamento de nuestra Esperanza” y como estamos en el Año Jubilar 2025 cuyo lema es “Peregrinos de Esperanza” donde vemos cómo la humanidad proveniente de los cuatro rincones de la tierra se aferra a la cruz, siendo signo no sólo de la fe que abraza, sino también de la Esperanza que nunca puede ser abandonada, porque necesitamos siempre de ella, sobre todo en los momentos de mayor necesidad, nos viene también muy bien reflexionar sobre lo que nos dice dicho apartado al respecto. Partiendo del deseo que tiene Jesús de cumplir la voluntad  de su Padre Dios, nos expone: “Pues por este camino podrás entender de donde proceden tantos beneficios y promesas como Dios tiene hechas al hombre, para que de aquí se esfuerce tu esperanza viendo sobre cuán firmes fundamentos está fundada.
Has, pues de saber, que así como la causa por que amó Cristo al hombre no es el hombre, sino Dios, así, también el medio por que Dios tiene comprometidos tantos beneficios al hombre no es el hombre, sino Cristo. La causa por que el Hijo nos ama es porque se lo mandó el Padre, y la causa por que el Padre nos favorece es porque se lo pide y merece su Hijo… ¡Cuán firmes son los estribos de nuestro amor! y no lo son menos de nuestra esperanza. Es decir: ¡En qué grado son firmes el apoyo de nuestro amor y nuestra esperanza!
 En Jn.3, 16, nos dice el evangelista: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.”
 Y  nuestro santo Patrón sigue reflexionando: “Tú nos amas, buen Jesús, porque tu Padre te lo mandó, y tu Padre nos perdona porque Tú se lo suplicas. De mirar Tú su corazón y voluntad, resulta me ames a mí, porque así lo pide tu obediencia; y de mirar Él tus pasiones y heridas, procede mi remedio y salud, porque así lo piden tus méritos. ¡Miraos siempre, Padre e Hijo; miraos siempre sin cesar, porque así se obre mi salud!”
 Y en su apartado: “Cristo continúa presente”, nos deja una reflexión aún más si cabe esperanzadora. Nos dice: “No pienses que, porque se subió a los cielos, te tiene olvidado, pues no se puede compadecer en uno amor y olvido. La mejor prenda que tenía te dejó cuando subió allá, que fue el palio, esto es la imagen, de su carne preciosa en memoria de su amor. Es decir la Eucaristía
Mira que no solamente viviendo padeció por ti,  más aún, después de muerto, recibió la mayor de sus heridas, que fue la lanzada cruel; porque sepas que en vida y en muerte es amigo verdadero y para que entiendas por aquí  que , cuando dijo al tiempo de expirar: Acabado es, aunque acabaron sus dolores, no acabó su amor. Dice San Pablo: Jesucristo ayer fue  y hoy es también, y será en todos los siglos; porque cual fue en esta siglo, mientras vivió, para los que le querían, cual es ahora, y será siempre, para todos los que le buscan.”
San Juan de Ávila a parte de su amor fervoroso al Señor en la cruz, también amaba profundamente a Nuestra Madre del Cielo, dejándonos  numerosos escritos y contemplaciones sobre Ella. En el Sermón 63 decía sobre la devoción a la Virgen: “Así como el Padre nos dio grandísimo don en darnos a su bendito Hijo para nuestro remedio, así también el Hijo nos dio gran don en darnos a su bendita Madre por abogada nuestra. Sé que cuando Él dijo a San Juan al pie de la cruz: Ve ahí a tu madre, en nombre de todos dijo; allí entramos todos los cristianos.
Una de las señales de los que se han de salvar es tener gran devoción a la Virgen.”
En un sermón dedicado a la soledad de María, San Juan de Ávila destaca la unión de la Madre con su Hijo en el momento de su pasión. Su inconfundible estilo se hace patente también al describir el sufrimiento de la Santísima Virgen al presenciar el dolor de su Hijo durante toda su pasión y verlo clavado en la cruz. Nos comenta: “Ella es la que más perdió, la más entristecida, la más desconsolada, la más afligida de cuantas hubo ni habrá. Cuando lo viese que ya quería expirar, cuando viese aquellos lucientes ojos escurecerse, cuando viere alzársele el pecho, cuando lo viese resollar tan apriesa con las ansias de la muerte, la Madre que tal vido, ¿qué haría? No hay corazón que sepa sentillo, no hay lengua que sepa explicallo. No te quedó consuelo ni arrimo en la tierra, muerto tu Santísimo Hijo, porque en Él tenías todas las cosas”
Y como para San Juan de Ávila la Virgen es “Madre de gracia”, como nos viene a decir en el sermón 61: “os será muy verdadera Madre en todas vuestras necesidades” (AF.cap. 29, n.21), pues  pidámosle a Ella que nos consuele, como Jesús la consoló con su resurrección, y que nos ayude  a llevar nuestras cruces con amor, paciencia y valentía, uniendo nuestros sufrimientos a los de su Hijo Jesús en la cruz y a los suyos al pie de la cruz, porque Ella no pudo detener los clavos ni cambiar el destino, pero sí acompañar el silencio de su Hijo con el eco de su alma rota. Y es que  el amor verdadero no huye del dolor si no que  lo abraza hasta el final. También démosle gracias por su mirada maternal, por sus intercesiones, por su ternura, por sus auxilios y orientaciones.
El Papa Francisco, que en paz descanse ya en la casa del Padre, en una Audiencia General, el 10 de mayo de 2017 refiriéndose a la Virgen, cuya devoción y profundo amor, como nuestro Santo Patrón, profesaba hacia Ella, nos exponía: “No somos huérfanos. Tenemos una Madre en el Cielo, que es la Santa Madre de Dios. Porque nos enseña la virtud de la espera, incluso cuando todo parece sin sentido.
Ella siempre confiada en el misterio de Dios, también cuando Él parece eclipsarse por culpa del mal del mundo. Que en los momentos de dificultad, María, la Madre que Jesús nos ha regalado a todos nosotros, pueda siempre sostener nuestros pasos, pueda siempre decir a nuestro corazón: “¡levántate!, mira adelante, mira el horizonte”, porque Ella es Madre de Esperanza”.

Ceremonia de renovación del compromiso de integrados en el seno de La Eucaristía del sábado 10 de mayo

Ceremonia de integrados y Eucaristía

MOMENTOS DE LA FIESTA DE LA VIRGEN DE FÁTIMA EN BETANIA. DOMINGO 10 DE MAYO

REFLEXIÓN DE CUARESMA EN LA ASUNCIÓN. por D. Alfonso Crespo. (miercoles 5 de marzo)

D. ALFONSO CRESPO PARROCO DE S. PEDRO

CAMINAR JUNTOS EN LA ESPERANZA
Reflexiones sobre el Mensaje del papa Francisco para la Cuaresma de 2025

EL TIEMPO «ESPECIALÍSIMO» DE CUARESMA
El Miércoles de Ceniza es como un «pregón de Cuaresma». Es el pórtico de 40 días para acercarnos a la Pascua del Señor. Son 40 pasos para acercarnos a la casa del Padre... Es un largo recorrido, pero el camino se hace corto si eliminamos el peso de nuestros pecados y si avivamos el deseo ardiente de encontrarnos con la persona que más nos ama: Dios nuestro Padre, que sale a la puerta de la casa para darnos, como al hijo pródigo, el abrazo de bienvenida y reconciliación. El tiempo de Cuaresma es un tiempo  propicio para la conversión,  para enderezar la vida, para preparar y gozar los días de Pascua.

EL MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA ESTA CUARESMA: «CAMINAR JUNTOS EN LA ESPERANZA»
El hombre es un caminante hacia Dios, un peregrino. Todos sabemos que hay una manera de acortar un camino: cuando nuestra meta es encontrar a Alguien, el camino se acorta cuando quien buscamos sale a nuestro encuentro. En la Encarnación de su Hijo, Dios ha acortado el camino saliendo a nuestro encuentro. Y nos invita a buscarle y encontrarle en su Hijo, hombre como nosotros. Vamos a detenernos en el mensaje del Papa para esta Cuaresma: Caminar  juntos en la esperanza.
Dice Francisco: “Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la santa cuaresma, en la fe y en la esperanza.  La Iglesia, madre y maestra, nos invita a preparar nuestros corazones y a abrirnos a la gracia de Dios para poder celebrar con gran alegría el triunfo pascual de Cristo, el Señor, sobre el pecado y la muerte, como exclamaba san Pablo: La muerte ha sido vencida.
¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?  (1Cor 15,54-55). Jesucristo, muerto y resucitado es, en efecto, el centro de nuestra fe y el garante de nuestra esperanza en la gran promesa del Padre: la vida eterna, que ya realizó en Él, su Hijo amado (cf. Jn 10,28; 17,3)” (Dilexit nos, 220).

¿CÓMO CAMINAR JUNTOS EN LA ESPERANZA?
El Papa nos explica el lema: caminar juntos en la esperanza y nos invita a descubrir las llamadas  a la conversión  que la misericordia de Dios nos dirige a todos,  de manera personal  y comunitaria.

- CAMINAR. El lema del Jubileo, “Peregrinos de esperanza”, evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel. No podemos recordar el éxodo bíblico sin pensar en tantos hermanos y hermanas que hoy huyen de situaciones de miseria y de violencia, buscando una vida mejor para ellos y sus seres queridos.
* En esta  Cuaresma,  surge  una primera  llamada  a la conversión: «ponernos  en camino».  Todos somos peregrinos en la vida: ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad? Este es un buen “examen  personal”  para el inicio  de esta Cuaresma.

- JUNTOS: La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos. Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios (cf. Ga 3,26-28); significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia.
*  En  esta  Cuaresma,   Dios  nos  hace  una  segunda   llamada   a  la  conversión:  «caminemos  en comunión»;  en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos, en las comunidades parroquiales o religiosas, seamos capaces de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades. Seamos capaces de trabajar juntos como obispos, presbíteros, consagrados y laicos, al servicio del Reino de Dios.
 
Preguntémonos: ¿Tengo una actitud de acogida, con gestos concretos, hacia las personas que se acercan a mí y mi comunidad y a cuantos están lejos? ¿Hacemos que se sientan parte de la Iglesia? Es una llamada a un “examen  comunitario” sobre la acogida  del otro y la vivencia  de la fraternidad.

- EN LA ESPERANZA… La esperanza que no defrauda  (cf. Rm 5,5) es el mensaje central del Jubileo (Bula, n.
1). Qué sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual. Como nos enseñó el
Papa Benedicto XVI en la Encíclica Spe salvi, «el ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro (Rm 8,38-39)» (n. 26). Jesús, “nuestro  amor y  nuestra  esperanza,   ha resucitado” (cf. Secuencia  del Domingo de Pascua),  y vive y reina glorioso. La muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo.
*  En  esta  Cuaresma  brota  una  tercera   llamada   a  la  conversión:   «caminar   en  la  esperanza»;
convertirnos a la esperanza, a la confianza en Dios y en su gran promesa: la vida eterna. Dice Francisco:
«Gracias al amor de Dios en Jesucristo estamos protegidos por la esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5). La esperanza es “el ancla del alma”, segura y firme (Catecismo, n. 1820). En ella la Iglesia suplica para que todos se salven  (1 Tm 2,4) y espera estar un día en la gloria del cielo unida a Cristo, su esposo. Así se expresaba santa Teresa de Jesús: “Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo” (Exclamaciones del alma a Dios, 15, 3) (cf. Catecismo, n. 1821)».
Debemos  preguntarnos: ¿Poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla? ¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común, actuando de manera que nadie quede atrás?

LOS SIGNOS DE LA CUARESMA
Tres acciones, en el ámbito personal y comunitario, pueden hacer que este tiempo de Cuaresma, inaugurado el Miércoles de Ceniza, sea diferente y especial:
1) LA ORACIÓN. El diálogo más intenso con Dios nos devuelve a la comunión con Él, mediante la escucha de la llamada a la conversión. Se trata de recuperar el trato y la amistad con Dios, como fuente de todo bien. La Palabra de Dios alimenta la oración cotidiana.
- NOS COMPROMETEMOS: Preparemos muy bien la misa de cada domingo de Cuaresma; leamos los textos y meditemos y oremos con ellos. Participemos en los Oficios de Semana Santa. Vivamos especialmente la Vigilia y el Domingo de Resurrección: ¡que sea un día de fiesta, especialmente familiar!
2) EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA.  Se trata de prescindir de cosas superfluas. Así, descubrimos que el verdadero alimento nos viene de Dios: No sólo de pan vive el hombre. También, al negarnos algo que esté permitido, logramos un mayor dominio sobre mí mismo: es una manera de mostrar el «señorío sobre nuestros propios instintos». Y nos lleva a otro ayuno espiritual: el ayuno del hombre viejo y la renuncia a los propios caminos egoístas para abrazar los del amor de Cristo y los hermanos.
- NOS  COMPROMETEMOS:  Voy a ayunar de…. (busco un defecto que  me domina y  trabajo especialmente para reducirlo y dominarlo) Me voy a abstener de… (perder mi tiempo en mis caprichos; analizo sobre todo el uso del móvil y las redes sociales… ¿es evangélico lo que comparto?).
3) LA LIMOSNA O MISERICORDIA. La limosna, hoy, se reviste de muchos trajes, brota del corazón más que del bolsillo: amistad, comprensión, cercanía y diálogo, visita al enfermo, perdón, cuido de la naturaleza... Recordemos las obras de misericordia, corporales y espirituales.
- NOS COMPROMETEMOS:  Programo cómo ejercitarme en limosnas de amor: voy a acercarme a personas que me necesitan… (pongo rostros concretos); en mi Comunidad voy a participar activamente, sobre todo con mi disposición y buen ánimo (me comprometo a participar y colaborar…).
Que María, Madre de la Esperanza, interceda por nosotros y nos acompañe hasta la alegría de la Pascua.

Alfonso Crespo Hidalgo

Se deja la reflexión de Adviento sobre "LA ESPERANZA NO DEFRAUDA"

D. ALFONSO CRESPO PARROCO DE S. PEDRO

«LA ESPERANZAN NO DEFRAUDA»
Retiro de Adviento 2024. M.A.F. San Juan de Ávila

Este Adviento, tiene una peculiaridad: la noche de Navidad, se abrirá la Puerta Santa del Jubileo 2025, bajo el lema: PEREGRINOS DE ESPERANZA. En la Bula de convocatoria del Jubileo, el papa Francisco nos dice:
«Spes non confundit: “la esperanza no defrauda” (Rom 5,5). Bajo el signo de la esperanza el apóstol Pablo infundía aliento a la comunidad cristiana de Roma. La esperanza también constituye el mensaje central del próximo Jubileo,
que según una antigua tradición el Papa convoca cada veinticinco años… Que este Jubileo pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, “puerta” de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la
Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como “nuestra esperanza” (1Tm 1,1)» (n.1).

No son momentos fáciles. Con frecuencia, en nuestras conversaciones fluyen palabas negativas:  crisis, paro, desilusión, preocupación por el futuro de los jóvenes; catástrofes naturales, separaciones matrimoniales, enfermedades varias… Falta esperanza y, a veces, ganas de vivir. El Tiempo de Adviento, que nos llevará a la Navidad, es un canto a la esperanza…, una puerta al futuro…, una inyección de ganas de vivir...

Para reavivar nuestra esperanza, a la luz de la Palabra de Dios, vamos a responder a tres preguntas: 1ª) ¿Podemos esperar algo? 2ª) ¿Qué podemos esperar?  3ª) ¿Quién garantiza esta esperanza?

1. HOY ¿PODEMOS ESPERAR ALGO?

- EL SER HUMANO ES EL ÚNICO SER DEL MUNDO QUE ES “CAPAZ DE ESPERAR”: de sentir expectación confiada por su propio futuro y ponerse a prepararlo. En realidad, no solo es capaz de interesarse por su futuro, sino que necesita ocuparse de él: “necesita esperar". El mayor castigo para el ser humano es trabajar sin esperanza. Cuando muere la esperanza “morimos” con ella. Esperar es para cada uno de nosotros es algo natural y saludable como respirar: “La planta de la esperanza pertenece al huerto del corazón del hombre”. Y, sin embargo, es una planta delicada y frágil. Puede enfermar gravemente en muchas personas, a costa de desengaños y pruebas:
- Algunas viven, tan vueltas a su propio pasado que son incapaces de mirar al futuro. Para ellas los tiempos pasados fueron mucho mejores.
- Otras están de tal modo absorbidas por el presente que no se preguntan siquiera si ese presente los lleva a un
futuro mejor o al desastre.
- Otros, en fin, encaran el futuro con miedo y desconfianza: atenazados por sus propios temores. Son pesimistas.
Pero “la esperanza humana es la fuerza por la cual vencemos activamente la desesperación”:

- LA  ESPERANZA  HUMANA  TIENE  DOS  COMPONENTES: DESEO  Y  CONFIANZA:  El primer componente de la esperanza humana es el deseo. El que espera, desea  un futuro mejor que el presente: el joven que prepara oposiciones, el agricultor que siembra su cosecha, la pareja que prepara su vivienda, el enfermo que aguarda el “alta” de su médico, llevan dentro de sí el deseo de un futuro mejor. Pero la esperanza no es un puro deseo desesperado, sino confiado. El que espera, confía cree que es posible: la esperanza vence el miedo y la angustia.

- SE TRATA DE UNA ESPERANZA ABIERTA AL INFINITO: Cuando analizamos el anhelo que late en el interior de nuestras esperanzas humanas, experimentamos que éstas jamás aquietan definitivamente el corazón. Cuando logramos una meta, insatisfechos, buscamos otra meta más elevada. “El corazón humano es un ser limitado dotado de un ansia ilimitada”. No se contenta con fragmentos de dicha. Quiere una dicha plena y definitiva.
»»» ¿Se trata de un deseo insensato, condenado a quedar insatisfecho? ¿Es una llamada de Dios inscrita en el deseo humano? ¿Hay una promesa de Dios para el hombre? Busquemos respuestas.

2. ¿QUÉ PODEMOS ESPERAR?

- ESPERAMOS SER PLENAMENTE HUMANOS: Nuestra fe responde a estas preguntas. El Dios de Jesucristo responde con su promesa al deseo confiado del alma humana. La esperanza cristiana es la actitud deseosa y confiada que despierta en nosotros la promesa del Dios de Jesús. La Biblia es el Libro que contiene esta promesa de Dios. Ella nos asegura que Dios no juega con nuestros deseos nobles y profundos, sino que los toma absolutamente en serio. Los humanos no somos seres condenados a vivir perpetuamente insatisfechos. La Escritura retrata esta plenitud por medio de imágenes de intensa belleza y de expresiones de gran contenido religioso: estaremos siempre con el Señor (cf. 1Tes 4,18); entraremos en la fiesta del Señor (Mt 25,21); viviremos en la casa del Padre (Jn 14,2); nadie podrá separarnos del amor de Dios (Rom 8,39).  Nos espera un futuro de plenitud y de dicha. Tal plenitud no es posible en la historia, sino más allá de la historia. Si alguna vez el hombre soñó con paraísos terrestres creados por sus manos, hoy ha despertado de su sueño. Ha aprendido que la plena libertad, fraternidad y felicidad del hombre es o un imposible o un don de Dios. La salvación es don de Dios: nadie puede auto salvarse (Ef 2,4-10).
 
- ESPERAMOS A DIOS: La plenitud buscada por una persona no es alcanzar una cima de egoísmo solitario, sino el encuentro total y definitivo con otra persona. Cuando buscamos esta plenitud, estamos buscando, incluso sin saberlo, a Dios. Cuando los encuentros con las personas no acaban de aquietarnos, esta inquietud está apuntando a Dios. El deseo infinito del hombre está orientado a encontrarse con Dios en un abrazo definitivo. Dios es el Futuro del hombre, el Puerto definitivo de la navegación humana. Así lo expresa el salmo 62: Oh Dios; tú eres mi Dios, desde el alba te deseo, estoy sediento de ti. Por ti desfallezco como tierra reseca, agostada, sin agua. San Pablo grita: gemimos y suspiramos porque Dios nos haga sus hijos (Rom 8,23). Nada sosiega, alegra y conforta tanto como la búsqueda de Dios. En ocasiones, su Palabra hace arder nuestro corazón; otras, su misma Presencia parece hacerse más sensible. Nos sentimos “visitados” por Él en un instante. Ese instante vale más que el oro del mundo.

- CONFIAMOS EN DIOS: Esperar nuestra plenitud definitiva, esperar a Dios ¿no es un espejismo? Al igual que a todos los humanos, a los creyentes se nos hace difícil esperar. Hijos de nuestro tiempo, tendemos espontáneamente a declarar inexistente a lo que no podemos tocar ni medir. La perspectiva de la muerte propia o ajena nos aturde. Nuestro primer impulso es considerarla como la tumba definitiva de toda esperanza. Es difícil esperar. Pero es vitalmente necesario. ¿A quién hacemos caso: a la dificultad o a la necesidad?   El cristiano no vacila: espera confiado en la fidelidad de Dios. La Escritura es un monumento a la fidelidad de Dios. Él no falla jamás. Pablo anuncia la fidelidad del Señor hasta el fin (cf. 1Cor 1,8), y recogiendo un himno de la comunidad cristiana, exclama: si le somos infieles, el Señor nos es fiel, pues no puede negarse a sí mismo (2Tim 2,13). La fidelidad de Dios provoca ya desde el principio en su pueblo una confianza inquebrantable que domestica sus temores y le ayuda a digerir sus fracasos. El salmo 27 afirma conmovedoramente: si mi padre y mi madre me abandonan, Dios me acogerá. La conducta de Dios puede resultar desconcertante, como en la vida de Job, pero nunca infiel (cf. Job
19). El salmo 18 grita: Yo te amo, Yahvé, mi fortaleza, mi salvador, mi roca, mi baluarte, mi Dios.

3. ¿QUIÉN GARANTIZA NUESTRA ESPERANZA?

- DIOS GARANTIZA NUESTRA ESPERANZA EN LA PERSONA DE JESUCRISTO. El Dios de Jesucristo no es simplemente el Dios “que cumplirá sus promesas”, sino el Dios que “ha cumplido”. San Pablo llama a Cristo nuestra esperanza (1Tim 1,1). Muchos creyentes sinceros de hoy, necesitamos confortar nuestra confianza en el Señor. El miedo y la angustia, el agobio y la sensación de abandono son estados anímicos frecuentes. Descansar en Dios, arrojar en Él nuestras ansiedades, resulta bienhechor. Saber que, por muy hundidos, por muy enredados, por muy cercados, por muy alejados de Él que nos encontremos, Él no nos abandona nunca, nos conforta para abordar con coraje, uno a uno, nuestros problemas. Sí, nuestra fe nos hace gritar: “la esperanza no defrauda”.

- CADA ADVIENTO ABRE  LA FLOR DE LA ESPERANZA. Cuando contemplemos el Belén, descubrimos que la fidelidad de Dios se hace más cercana en Jesucristo: el Hijo de Dios se hace Niño, criatura tangible, en el pesebre del amor, bajo la mirada de María y José, testigos del amor de Dios. ¡Dios está tan cerca que casi podemos tocarlo! Él nos ha mostrado definitiva e insuperablemente su fidelidad en la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo. En la historia personal y singular de Jesús, Dios ha cumplido su promesa (cf. Hech 13,32-33) y nos ha mostrado su fidelidad (cf. 1Cor 15,20). Dios juega a nuestro favor: Si Dios está por nosotros ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros ¿cómo no nos dará todo gratis con Él? (Rom 8,31-39).

Nuestras tareas para este tiempo de Adviento y Navidad

1. Meditamos sobre la charla y nos preguntamos:
- ¿Qué espero en la vida?  ¿Dónde está colgada mi esperanza: en Dios o en mis propias fuerzas?
- Soy consciente de que la Navidad es un canto a la esperanza: Dios ha cumplido ya su promesa, ¡no nos abandona!
→ En esta Navidad, voy a sembrar esperanza en mi alrededor; y a afianzar la confianza (fe + esperanza) en Dios y en mí mismo, para afrontar las dificultades con espíritu positivo y constructivo.

2. Leemos la Palabra de Dios: Carta a los Romanos, 8, 31-38
- ¿Qué palabras me han impresionado más de esta confesión de San Pablo? ¿Con cuales me identifico más?
- ¿Tengo, como Pablo, enraizada mi confianza en el Señor? ¡Nada nos separará del amor de Cristo!
→ Preparemos la Navidad en nuestro corazón (limpiando a fondo, celebrando el sacramento de la penitencia) y en nuestra familia (casa acogedora): Ya tenemos un invitado de honor: ¡Jesucristo, el Hijo de Dios!

3. Vivamos este Jubileo, participando en las acciones programadas en la diócesis, la parroquia y el Movimiento.

JUANA ELENA

CONTEMPLACION, MEDITACION Y ORACION EN SAN JUAN DE AVILA

LA CONTEMPLACION

Esta oración contemplativa consiste “en la experiencia particular del amoroso trato de Dios con quien El quiere” más allá de lo que uno puede entender (Carta 158).
Es una “secreta y familiar comunicación” (Audi Filia 70).
La contemplación es “expresión del amor perfecto, que busca directamente a Dios y olvidado de su propio interés, quieres ser todo entero para Dios”. (Sermón 69).
La actitud contemplativa tiende a la unión del amado, donde todo se resuelve en amar. Mas para llegar a la contemplación conviene profundizar en el conocimiento propio y en el seguimiento e imitación de Jesucristo.
Eso sí, la oración contemplativa es un don de Dios, un “negocio de gracia” que Dios “lo da a quien le parece “(plática 3ª). Por ello San Juan de Ávila en su Carta 93 dice:
“No conviene fatigar la cabeza con el recogimiento, porque este negocio es de pura gracia de Dios”.
Cuando se recibe este don, el entendimiento obra poco o nada, pero la voluntad actúa con viveza y amor (Plática 3ª) y se puede preparar uno con ejercicios de aspiraciones y unión, con voluntad de desear y querer esa unión con Dios. 
 
San Juan de Ávila nos invita a adoptar actitudes contemplativas partiendo de la propia pobreza y teniendo en cuenta que Dios nos ama tal y como somos. Por ello la actitud más importante es adoptar una profunda humildad y pobreza, esperando de Dios su misericordia.
Porque la Contemplación  es la ciencia del amor: “ Este negocio es más de corazón que de cabeza, pues el amor es el fin del pensar” (Audi Filia 75)
“Este amor es unión con Dios, en el sentido de tener un mismo querer con El “ (Carta 26).
Por ello aconseja a sus dirigidos en la Carta 54 de esta manera: “Cuando delante de Dios se hallaren, trabajen más en escucharle que por hablarle y más por amarle que por entenderle”.
Este amor contemplativo es “el que hace al corazón uno con Dios, y trata a Dios como lo que es, Dios, poniendo todo lo demás por detrás” (Sermón 71).
Así , la oración contemplativa se traduce en “secreta y amigable charla”. (Audi Filia 6). Es una vía de amistad que inclina el corazón a Dios. (Carta 222). Siendo el resultado en la vida práctica que “Todo cuanto se hace nace del Amor”.
Al entrar en la contemplación, “el creyente se encuentra con la trascendencia de Dios que deja sensación de profundo silencio y ausencia. Silencio y adoración con la que confesamos que Dios es mayor de lo que podemos entender ni decir”. Y en esta oscuridad del entendimiento se aprende a amar a Dios en su mismo misterio.
“Quédese vuestro entendimiento fuera, y entre dentro vuestra voluntad de amarle”.  (Carta 155). Por ello “para no impedir esta secreta habla con el Señor que pide silencio, debe el alma acallarse a sí misma”. 
LA MEDITACION

De los Capítulos 58-59 y 75 del Audi Filia:

La meditación es el modo de hacer oración, y forma parte del proceso de contemplación.
La meditación para San Juan de Ávila tiene mucho de reflexión, pero también está impregnada de afectos y de resolución. Y para él absolutamente necesaria para todo creyente: “Cosa vergonzosa es a todo cristiano no tener ejercicio de santa lección y de santos pensamientos en su alma”.
Comienza diciendo el maestro que ha que “encontrar un modo y espacio suficiente para el recogimiento. Conviene -dice- disponer de un lugar apartado y de un tiempo concreto diariamente”.
Y ¿Cómo se medita?
“Consiste en partir de una lectura, del Evangelio o de algún libro espiritual, siempre centrado en la persona y mensaje de Jesús. (El, a sus dirigidos recomendaba meditar mucho en la Pasión del Señor).
Y hacerlo “cómo escuchando a Dios en aquellas palabras que leéis, como si a El mismo Jesús, lo oyerais predicar cuando hablaba en este mundo”. (Audi Filia 59).
Esta lectura meditativa, escuchando al Señor, nos lleva al examen de las actitudes de nuestra vida, para pasar luego a la oración de petición y a la de la unión con la voluntadde Dios”. 
“…..Pero aunque tengáis los ojos en el libro, no peguéis vuestro corazón a él, que os haga olvidar a Dios; al contrario atended medianamente lo que leéis, para que podáis atender lo que el Señor os quiere comunicar”…
“ El Señor os dará el verdadero sentido de las palabras para que obre en vuestras almas unas veces arrepentimiento, otras veces, confianza en El, otras su perdón etc… Y os abrirá el entendimiento para conocer su voluntad, aunque leáis pocos renglones. Y algunas veces conviene interrumpir el leer para meditar alguna cosa queel Señor os inspire… y luego, tornar de nuevo a la lectura.”
Meditación que luego a lo largo del día se convierte en resolución, en poner por obra lo que el Señor nos comunicó en la mañana.

San Juan de Ávila, la llama “meditación sosegada y sosegada atención” con humildad, con afecto sencillo, como un niño ignorante y discípulo humilde que lleva una sosegada y cuidada atención para aprender de su maestro. (Audi Filia 75)
LA ORACION

La oración en San Juan de Ávila aparece en conexión con todos los demás temas de espiritualidad y predicaba continuamente la necesidad de la oración en todos sus escritos:  Cartas, sermones y pláticas, en su tratado menor sobre la oración y en el Audi Filia.
La oración personal de San Juan de Ávila ordinariamente duraba dos horas por la mañana y dos horas por la tarde. De ahí que su biógrafo Muñoz diga que “ vivía de oración, en la que gastó lamayor parte de su vida”. Porque a pesar de sus muchas ocupaciones, no predicaba nunca sermón alguno sin que antes le hubiera dedicado muchas horas de oración.
Decía: “Cuando nosotros oramos, Cristo ora en nosotros” (Audi Filia 84).
Y la define en el capítulo 70:
La oración es “la secreta e interior habla con el que el alma secomunica con Dios, ahora sea pensando, ahora pidiendo, ahora dando gracias, ahora contemplando…y en general es todo aquello que en aquella secreta charla te comunique el Señor”. “Es siempre una muy estrecha y familiar comunicación con el Señor; una secreta y amigable habla con Ël”.
Y en el Tratado menor sobre la oración nos explica cómo debe ser esa comunicación:
“El hablar con Dios ha de ser con gozo y con temor. Con temor, teniéndose por indigno de hablar con tan alto Señor, Dios, y con gozo y alegría, de contemplar el regalo que nos hace de poder gozar continuamente de su divino coloquio”. Pues “no hay puerta cerrada para Dios. Siempre, de noche y de día, podéis entrar a negociar con Él muy de gana” (Sermón 10).
El camino de la oración lo presenta San Juan de Ávila como un camino de perfección progresivo, que comienza con nuestro querer humilde y atención sosegada para escuchar lo que el Señor quiere comunicarnos, buscando como fin último el unirnos a su voluntad. Es un camino de silencio y pobreza espiritual.

NECESIDAD DE LA ORACION
•	PARA AVANZAR EN LA VIDA INTERIOR
•	PARA EL APOSTOLADO
•	PARA EL CONOCIMIENTO PROPIO Y LA CONVERSION
•	PARA UNIRNOS A LA VOLUNTAD DE DIOS
•	PARA OBTENER LUZ Y ACIERTO
•	PARA HACER BUENAS OBRAS
•	PARA SER MISERICORDIOSOS

PARA AVANZAR EN LA VIDA INTERIOR: 
Carta 47 y 34
No sé cómo os va de oración y no querría que os fuese mal, porque s en ella aflojáis sentirá vuestra alma un hambre que tanto os enflaquezca que os veréis caída en lo que antes muy ligeramente vencíais.
Desocupaos de las hablas de las criaturas, para que gocéis de la comunicación con el Creador; que tenerlas ambas no puede ser. Vivid siempre en vuestro corazón sola para que podías pedir nuestro Señor que os visite. Que Dios comunica su favor a quien en la oración es vigilante; que a quien duerme, agriamente le reprende diciendo como a San Pedro: ¿No pudiste velar una hora conmigo?
PARA EL APOSTOLADO: 
Carta 4
Le recomiendo para que aproveche a otros, que nunca pierda su oración mental y recogimiento; porque más mueve una palabra después de haber estado en oración que diez sin ella. Que no es en mucho hablar, sino en devotamente orar y en obrar bien dónde está el aprovechamiento.
Y cualquiera que desee hacer alguna cosa santa ha de llevar la oración por delantera, y entonces hallará el camino del amor de Dios muy fácil y llano.

PARA EL CONOCIMIENTO PROPIO Y LA CONVERSION:
Carta 12
Este ejercicio de recogernos en oración para conocernos y enmendarnos es de tanta importancia y tan principal que sin él todas las otras devociones son de poco fruto. Porque el que no se examina, ni se conoce ni se enmienda, y más trata de parecer cristiano que de serlo.
¿Qué cosa es hombre que no se conoce ni se examina, sino casa sin luz, hijo de viuda mal criado que por no ser castigado se hace malo? Pues quien no se conoce, ni se puede regir como hombre si se posee así mismo. 
Todas las devociones, ayunos, lecturas….  puede hacerlas el hombre sin cambiar su vida y sus costumbres, pero tratar el hombre de conocerse y enmendarse, es cosa segura que lo hace bueno.

PARA UNIRNOS A LA VOLUNTAD DE DIOS:
Carta71
Trate vuestra señoría con nuestro Señor muy a menudo; trate con profundo conocimiento de su propia necesidad; trate con un corazón sujeto a la providencia; no quiera que le diga lo que quiere oír, sino que tome su voluntad y la ponga en la de Él.
Esta sea señora su oración, éste su pensamiento: ver cómo se entregará del todo y con amor a su voluntad. Y esto no se hace así tan fácilmente, si no se despega el alma de lo que se lo puede impedir, ni se alcanza si no es con importuna oración.

PARA OBTENER LUZ Y ACIERTO:
Carta 70
Si no saben lo que hacer, con la oración hallarán lumbre, conocerán la voluntad del Señor y sacarán fuerza para cumplirla. Cuando no sabemos qué hacer, este remedio tenemos: alzar los ojos a Dios.
Que la oración es para el alma, lo que el sueño para el cuerpo. No hay obras buenas sin oración, porque en ella se alcanza la luz y el espíritu, con que se recobra lo que con las ocupaciones, aunque buenas, hemos perdido de caridad e interior devoción.

PARA HACER BUENAS OBRAS:
Porque los que quieren sólo hacer obras agradables a Dios, y no procuran tener oración, con una sola mano nada, con una sola mano pelean y con un solo pie andan. Y el Señor nos enseñó que dos cosas son necesarias: Velad y orar porque no caigáis en tentación. (Audi Filia 70)
Y así como arar y sembrar es medio para coger trigo, así la oración para alcanzar frutos espirituales. Por lo cual no nos debemos extrañas si tan pocos cogemos, pues que tan poca oración sembramos.

PARA SER MAS MISERICORDIOSOS:
Estamos faltos de misericordia con los prójimos porque nos falta conversación con nuestro Señor. Porque el hombre que estuvo de noche postrado delante de Dios pidiéndole perdón y misericordia, cuando el prójimo le pida lo mismo, se acordará de lo que Dios le perdonó y hará lo mimo.

ORACION PARTICULAR Y EN CUALQUIER PARTE (PRESENCIA DE DIOS)
El hombre cuidadoso del recogimiento y que pone su confianza en Dios, muchas veces se halla recogido en las calles y plazas como si estuviese en su celda. Y bueno es orar en todo lugar, más no nos hemos de contentar con aquello sino imitar a Jesucristo que se retiraba a orar.
Tener por cierto que ninguno sabrá provechosamente orar en todo lugar, sino quien primero hubiere aprendido este oficio, en lugar particular y gastado en él espacio de tiempo.

ORACION EN LOS PELIGROS

Un refrán dice: “Si no sabes orar, entra en la mar”. Porque los muchos peligros en que se ven los que navegan les hace clamara a nuestro Señor. Y no sé por qué no ejercitamos todos estos oficios y con diligencia pues tantos peligros nos sobrevienen.
Y aunque la mar de las tentaciones ande muy brava, no haya una duda en vuestro corazón; más confiados en quien de verdad nos ama, estemos seguros en medio de cualesquiera peligros.

AGRADECIMIENTO A LA ORACION
“ Y sed muy agradecidos a esta merced de la oración,  que os díó licencia de hablarle y conversar con Él; y usad de ella, para bienes y males, con mucha frecuencia y cuidado, pues por medio de este habla y conversación con el Altísimo han sido enriquecidos los santos; porque entendieron que los peligros que Dios les dejó fueron para que recurriesen a Él, y los bienes para ir a Él a darle las gracias”.

APORTACIÓN DE NUESTRA COMUNIAD A LOS DAMNIFICADOS DE VALENCIA

DONACIONES DEL MOVIMIENTO A LAS FAMILIAS NECESITADAS DE LAS INUNDACIONES DE VALENCIA

Hoy, día 4 de noviembre, el Movimiento,  su permanente, autorizó la entrega de toallas y juegos de sábana que se tenían almacenadas en Betanía, y que no se utilizaban. Ya llevaban allí desde que Betania  comenzó a utilizarse.
	Luis y un servidor, el que suscribe, subimos por la mañana a inspeccionar el carril para verificar que estaba bien para el retiro de matrimonios y la fiesta de la castañada ; además con la instrucción de donar toallas y sábanas. Y así se hizo; se comprobó el carril que estaba bien, y se cargó el coche con bolsas de toallas y juegos de sábanas; las cuales se han llevado a los bomberos. Ha sido gratificante, y hemos dado gracias a Dios al contemplar la cantidad de ayuda que llegaba a los angares de los bomberos. Nosotros hemos hecho nuestra aportación y nos hemos sentido contentos. Cada cual verá como ir canalizando su ayuda.
	Os reporto algunas imágenes del evento, para que también vosotros os sintáis reflejados en esta acción de nuestra comunidad. Un abracito a todos.

Luis con un bombero llevando bolsas

ASAMBLEA INICIO DE CURSO. 20 OCTUBRE 2024

ASAMB LEA DE COMIENZO DE CURSO

Estimados hermanos en Cristo Jesús, tengo a bien mostraros el documento visual y escrito de la Asamblea de inicio de curso que, como todos los años, nos dirige nuestro responsable mayor: Miguel Angel. Al cual damos las gracias por la labor tan ardua de preparar esta exposición y meditación sobre las Prioridades Pastorales de nuestra Diócesis.
	Profunda meditación y exposición que nos ha hecho reflexionar para afrontar como cristianos un año jubilar, con retos y ESPERANZA.  Os invito a que la oigáis y leáis como oración y os sirva, nos sirva, para ya hacer esa oración ante los nuevos retos que se nos presentan a los cristianos.
	Después del recreo, se hizo un repaso de las cuentas económicas de nuestro Moviento que, a Dios gracias, valoramos positivamente, y nos dan para hacer frente a las circunstancias materiales que tenemos. Seguidamente, Rosa y Luis, como coordinadores del equipo de funcionamiento, nos hablaron de las tareas realizadas en Betania, y  de los nuevos proyectos para tener la residencia a punto para poder utilizarla. Posteriormente, nuestro hermano, Tino nos hablo del proyecto de realización  de 75º Peregrinación a Fátima que nuestro Movimiento realiza; destacándose el bien que a tantas personas nos ha hecho.
	Sin nada más, y después de ruegos y preguntas, y alguna consideración, dimos gracias a Dios y se levantó la Asamblea. Os dejo, más abajo, la reflexión completa y el vídeo de nuestro responsable mayor. Un abrazo a todos.

Responsable mayor: Miguel Ángel Villarejo Ordóñez

PRIORIDADES PASTORALES 2024-25

El MAF San Juan de Ávila vive y celebra el Jubileo del Año 2025

La celebración del Jubileo 2025, bajo el lema: Peregrinos de esperanza, orienta nuestro curso pastoral. Es una invitación a vivir los momentos especiales y las fechas más importantes del Jubileo, realizando una peregrinación interior que acompañe la que los diversos grupos de cristianos realizarán físicamente hasta Roma.

Ahora el papa Francisco nos exhorta a «mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras»5. Por esa razón ha elegido como lema «Peregrinos de la Esperanza».

•	El Jubileo es un tiempo  de gracia destinado a promover la santidad de vida. Y ha sido  instituido para consolidar la fe,  favorecer  las  obras de  solidaridad y la comunión fraterna en el seno de la Iglesia y en la sociedad; en definitiva, una oportunidad para recordarnos y removernos a una profesión de fe más  sincera y más coherente en Cristo Salvador.

•	Celebrando el  jubileo  se nos  perdonan   los pecados y  se nos  concede la indulgencia plenaria,  que  consiste en  la remisión  de  la pena  asociada a  los pecados perdonados; es decir Dios, al perdonarnos, olvida nuestros pecados (cf. Sal 50, 3.11); hace “borrón y cuenta nueva”.

•     Ocasión para renovar el sacramento del perdón
 
•	El perdón  es una fuerza que  resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro  con  esperanza, tanto  para quien  lo recibe  como para quien lo ofrece. (MV 9).

•	El jubileo  es  una  oportunidad preciosa para  redescubrir la  importancia y la necesidad del  sacramento de  la  Penitencia para  la  vida  espiritual  de  los creyentes.

•     Iglesias donde lucrar la indulgencia plenaria

1) Roma

- La Basílica de San Pedro (Vaticano), cuya puerta santa se abrirá el del 24 de diciembre del año 2024,

- Las  basílicas San  Juan  de  Letrán,  Santa  María la  Mayor y San  Pablo extramuros.

2) Málaga

En nuestra Diócesis será lugar jubilar la Catedral, sede o cátedra del Obispo diocesano, que representa a toda la Diócesis y es el templo-madre de todos los demás.

•     El Jubileo de 2025: Peregrinos de la Esperanza

Se nos invita a la Iglesia universal  y a la que peregrina en la Diócesis  de Málaga a tomarnos el pulso y a descubrir si estamos tensionados por la Buena Noticia, a examinarnos sobre  cómo vamos caminando y si  estamos respondiendo a la llamada  que  Dios hace  a cada  uno  de  nosotros, a reflexionar  sobre cómo vivimos la esperanza teologal.

1) Con actitud de peregrinos

2) Caminando juntos

3) Caminando en esperanza

•	«¡El optimismo defrauda, la esperanza  no! La necesitamos mucho, en  estos tiempos que aparecen oscuros, donde a veces nos sentimos perdidos frente al mal y la violencia que nos  rodea, frente al dolor  de tantos hermanos nuestros.
¡Necesitamos esperanza! Nos sentimos perdidos y también un poco desanimados, porque nos sentimos impotentes y nos parece  que esta oscuridad no se acabe nunca»

•	La esperanza teologal: Por la virtud teologal de la esperanza, «aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo» (CEC 1817).

•	Dificultades para vivir la esperanza: El Papa  nos  recuerda que  «tener el alma vacía es un obstáculo para la esperanza, porque no hay peor situación que cerrar la puerta a los deseos, a los sueños, porque he “quemado” las etapas y ya “sé cómo va el mundo”, “cómo va la iglesia”, “cómo va la sociedad”. Es dejar que el
 
otoño se instale en nuestra vida. Y nos lleva a la pereza, a la melancolía y a la mediocridad» .

Por eso es fundamental que eduquemos en la esperanza y nos revisemos para ver que síntomas hay en nuestra vida y en nuestras estructuras que nos roban la esperanza; para que este año jubilar sea un nuevo renacer.

•	Signos de Esperanza: El camino trazado se tiene que manifestar en gestos concretos de esperanza:

1) Ser artífices de paz

2) Misión de la familia como fuente de esperanzan en el mundo

3) Cercanía humanizadora de Dios ante los enfermos

4) Cuidado de la Casa común

5) Valoración de los mayores

6) Ser signo de esperanza para los jóvenes

7) Reinserción de los presos

8) Integración de migrantes y la trata de personas

9) Ayuda a los pobres

10) Ser testigos de esperanza

•      Acciones concretas para la primera prioridad

a) Conocer

1. Trabajar la Constitución “Dei Verbum” sobre la Divina Revelación del Concilio
Vaticano II. Pueden ayudarnos:

-  los  Cuadernos sobre   el  Concilio,  publicados por  la  Conferencia  Episcopal
Española

•     Lumen gentium (LG): Constitución dogmática sobre  la Iglesia.
•     Dei Verbum (DV): Constitución dogmática sobre la divina revelación.
•     Sacrosanctum Concilium (SC): Constitución sobre la sagrada liturgia.
•	Gaudium  et spes (GS): Constitución pastoral sobre  la Iglesia en el mundo actual.

- 8 cuadernillos explicando las Constituciones del Concilio (Acción Católica)

2. Leer las catequesis sobre la Esperanza que el papa Francisco fue enseñando en las
Audiencias generales de diciembre de 2016 a octubre 2017

b) Celebrar

3. Celebración de los momentos esenciales:

Retiro de Adviento: Peregrinos de esperanza hacia la Puerta santa. Charlas cuaresmales: La esperanza no defrauda
 
4. Celebración de la Eucaristía con motivo de la apertura del Jubileo en San Pablo el 9 de Noviembre y en la Catedral el 29/12/2024.

c) Vivir

5. Dedicar cada mes a un lugar, donde tenemos que ser peregrinos de Esperanza.

Enero: paz.   Febrero: vida / familia.   Marzo: perdón.   Abril: fraternidad (solidaridad). Mayo: enfermos.  Junio: casa  común.  Julio: ancianos.  Agosto: jóvenes. Septiembre: presos.  Octubre:  migrantes / trata de personas.  Noviembre: pobres.  Diciembre:  la esperanza no defrauda.

6. Asumir la propuesta que la Conferencia Episcopal Española indique sobre la acción social en el Jubileo 2025.

7. Fortalecer los lazos de la comunidad y ponernos en camino:

•     Peregrinación a Montilla: 23 de Noviembre
•     Peregrinación a Almodovar: 22 y 23 de Marzo
•     Peregrinación al Santuario de la Victoria (Mayo)
•     Peregrinación a Fátima

•     ¿Por qué un año dedicado a la Oración?

El Papa   pretende  dos  objetivos   al  promover   este año  de  la  oración;   por  un  lado,
«prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia (el Jubileo) y experimentar la fuerza de la esperanza de Dios»; y por otro, «redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y del mundo».

•     La oración es la mejor preparación al Jubileo

«La oración es la primera fuente de la esperanza. Tú rezas y la esperanza crece, avanza. Yo diría que  la oración  abre la puerta  a la esperanza. La esperanza está  ahí, pero con  mi oración le abro la puerta»

•     «Señor, enséñanos a orar» (Lc 11, 1)

Para aprender a orar hace falta desearlo, pedirlo, porque la oración es un don que nace del Espíritu.

•     Necesidad de maestros de oración

Hoy el ritmo de vida no facilita el recogimiento y el silencio  y faltan  maestros que sepan conjugar  la unción  del Espíritu con las situaciones concretas que vive el hombre contemporáneo.  El  papa   Francisco  anima   a  «imaginar  espacios  de  oración y  de comunión  con   características  novedosas,  más   atractivas   y  significativas   para  los habitantes urbanos».

«Se trata de  un  momento privilegiado para  redescubrir el valor  de  la  oración,  la necesidad de  la oración diaria en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo  cómo educar a orar hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda. No podemos ocultar que estos años demuestran una profunda necesidad de espiritualidad»41.

Ofrecer un espacio de silencio, tiempos en que se acoja en adoración la presencia de Dios;
un acompañamiento espiritual que ayude  a profundizar  en la interioridad. Y descubrir la
 
Palabra y Eucaristía como fuentes de oración y la Importancia del rezo de la Liturgia de las
Horas en comunidad (Rezo de Laudes en Retiros, Convivencias..)

•     «Orad sin cesar» (1Tes 5, 17)

Nos dice el papa Francisco que la oración es «el respiro de la vida», que no se interrumpe nunca «ni siquiera cuando dormimos». Que la oración sea don, obra del Espíritu, amistad, no exime  al creyente de  una respuesta, y de  aportar al diálogo:  como  la verdadera amistad, requiere ciertas actitudes,  cuidado y dedicación de  tiempo. No  es  posible conservar una amistad si no se cultiva el trato con el amigo.

La vida se convierte entonces en lugar de encuentro constante: El hoy es real, el hoy es concreto. Y la oración sucede en el hoy. Jesús  nos viene al encuentro hoy, este hoy que estamos viviendo. Y es la oración la que transforma este hoy en gracia.

Acciones concretas para la segunda prioridad

a) Conocer

1. Lectura personal o en grupo de las catequesis del Papa sobre el Padrenuestro.

2. Lectura del Catecismo de la Iglesia Católica (IV Parte).

3. Lectura y trabajo de los materiales del Dicasterio para la Evangelización, Apuntes sobre la oración: https://haciaeljubileo.com/apuntes-para-la-oracion/.

4. Profundizar en la doctrina de San Juan de Ávila sobre la oración  y las enseñanzas de santa Teresa y san Juan de la Cruz.

b) Celebrar

5. Cuidar la dimensión orante en las reuniones y retiros.

6. Cuidar los detalles en la Eucaristía que favorezcan la experiencia orante.

7. Cuidar la liturgia de las horas en los retiros y encuentros.

8. Fomentar adoraciones al Santísimo Sacramento relacionadas con lugares  donde tenemos que ser esperanza.

c) Vivir

9. Cuidar el momento de oración inicial y final en las reuniones de grupo.

10. Cuidar nuestra oración-meditación diaria

11. Fomentar la oración en familia: bendición de la mesa, el Santo Rosario.

12. Comprometernos a los retiros mensuales y a los ejercicios espirituales o
convivencias anuales.

Acciones concretas para la tercera prioridad

•	Colaborar como  individuos  y como  Movimiento  en  la tarea  evangelizadora de nuestras  parroquias: catequistas,  reuniones, preparación al  sacramento  del matrimonio, equipos de liturgia, etc
•	Estar disponibles a formar parte  de los Consejos Parroquiales, buscando lo que nos une y apartando lo que nos separa
•     Orar por las vocaciones sacerdotales y por los sacerdotes

VISITA DE LA TERNA A LA REUNIÓN DE ANDRES Y MARÍA LUISA

Reunion de Andres y Mª Luisa

MOMENTOS.

SALUDOS A RAFAEL JIMENEZ DE NINI

Rafael Jiménez

CELEBRACIÓN DEL 50º ANIVERSARIO DE AURELIO Y LOLI DE COMPETA

AURELIO Y LOLI

CELEBRACIÓN EN SAN PABLO EN EL SENO DE LA COMUNIDAD. SÁBADO 21 SEPTEIMBRE 2024

EL RINCÓN DE ANDRÉS: REFLEXIONES

ANDRÉS ELENA

En memoria de nuestro hermano Antonio Pérez

En memoria de nuestro hermano Antonio Pérez
Luz y sal
Acaba Jesús de pronunciar su Sermón de la Montaña. Acaba de poner ante los ojos de los suyos la posibilidad de un mundo distinto al que ellos conocían (y al que conocemos nosotros), donde los hombres serán diferentes a los que ellos conocen e incluso a ellos mismos, porque se moverán por una escala de valores que ha sido siempre el norte de la sociedad.
Construir este mundo distinto, donde el amor sea capaz de acabar con el odio y donde se parta el propio pan con el hambriento, se hospede a los hombres sin techo, se vista al que va desnudo, no es tarea fácil. Sería necesario que en el mundo irrumpan unos hombres decididos a cambiarlo. Pero esos hombres tendrán una fuerza extraordinaria. Jesús, para indicar a los suyos cómo deben ser, si quieren hacer posible el triunfo de las bienaventuranzas, utiliza, como siempre, una figura plástica de tremenda expresividad.
Hoy, la figura es doble y directa. A los suyos les dice: para conseguir que el mundo sea como yo lo quiero, vosotros tenéis que ser luz y sal de ese mundo. Sal y luz; dos realidades de primera mano en nuestra vida diaria; dos realidades que encierran cosas con grandes posibilidades. Todos sabemos cuales son las cualidades de la sal; da sabor a las cosas, preserva de la corrupción, abre el apetito.
Este mundo nuestro tan tecnificado, tan adelantado, es incapaz de poner una sonrisa en el rostro no ya de un hombre adulto, al que la vida puede haber vaqueteado, sino en el rostro de un joven que comienza a vivir y ya parece arrugado y hastiado. Hace falta devolver al hombre el gusto y el sabor por el trabajo, por la amistad, por el amor auténtico, por el sacrificio en favor del hermano; hace falta que el hombre sonría ante cada día que se le brinda porque en cada día se puede caminar un poco más hacia Dios con toda sencillez.
Necesitamos hombres que devuelvan a los hombres las ganas, el apetito de vivir una vida de hombres auténticos, con ideales nobles, con aspiraciones que vayan más allá del placer inmediato o de las inmediatas ganancias.
Decididamente necesitamos sal en el mundo y Jesucristo está decidido a que esta sal seamos los cristianos. La pregunta es si efectivamente lo somos o, por el contrario, participamos de la "sosez" general y nos mostramos como seres incapaces de repartir la mínima vibración alrededor y, todavía más como seres tristes, resignados, somnolientos, a cuyo lado no apetece vivir.
Y otra cosa quería también Jesús para los suyos: que fueran luz. No es un lugar común decir que en el mundo hay exceso de tinieblas, que este hombre nuestro capaz de llegar a la luna, de programar todo lo programable, es, con demasiada frecuencia, un ser inquieto, inseguro; un ser que, aun cuando no quiera reconocerlo, se debate en la oscuridad sin encontrar a veces una razón válida para su existencia. Deberíamos preguntarnos los cristianos si somos capaces de aportar luz al mundo.
Sal y luz, sabor y claridad. Esto quiere Jesús que seamos los suyos, Si no lo hacemos, si estando llamados a ser sal nos tornamos insípidos y estando llamados a ser luz repartimos tinieblas, no olvidemos la pregunta de Cristo: ¿cómo se nos devolverá el sabor ?, o su advertencia: no se puede meter la luz debajo del celemín porque, en este caso, la tiniebla que expande será extraordinariamente densa.
En Jesús y María

Reflexión sobre la Virgen María, en su proximidad a la festividad de "La Virgen de la Victoria"

En estos días que veneramos a nuestra madre Santa maría de la Victoria, patrona de nuestra diócesis y de Málaga, quiero compartir  con mi Comunidad algo sobre la santísima virgen.
Nos fijamos en imitar a María.
Nuestra Madre es modelo de correspondencia a la gracia, y al contemplar su vida, el Señor nos dará la luz para que sepamos divinizar nuestra  existencia diaria.
Si cuando celebramos tantas fiestas marianas, aprovecháramos esos momentos para imaginar como se conduciría nuestra Madre en las tareas a realizar acabaríamos pareciéndonos a Ella, como los hijos se parecen a su madre.
Imitar primero su amor.
La caridad no se queda en sentimientos: ha de estar
 en las palabras, pero sobre todo en las obras.
La Virgen no solo dijo FIAT, sino que cumplió en todo momento esa decisión firme e irrevocable.
Así nosotros: cuando nos aguijonee el amor de Dios y conozcamos lo que El quiere, debemos comprometernos a ser fieles, leales, y a serlo efectivamente , porque solo entrará en el reino de los cielos aquel que haga la voluntad de mi Padre. Mt 7,21.

En segundo lugar imitar su natural y sobrenatural elegancia.
Ella es una criatura privilegiada de la historia de la salvación. En María el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Jn 1,14.
Fue testigo delicado que pasa oculto. No le gustó recibir alabanzas, porque no ambicionó su propia gloria.
María asiste a los ministerios de la infancia de Jesús, a los ministerios normales de la vida de la infancia.
Pero a la hora de los grandes milagros y de las aclamaciones de las masas, desaparece. En la  entrada triunfal en la borriquilla, que es vitoreado no está María. 
Pero reaparece junto a la cruz, cuando todos huyen.
Este modo de comportarse tiene el sabor, no buscado, de la grandeza, de la profundidad, de la santidad de su alma.
Tratemos de aprender siguiendo su ejemplo de la obediencia a Dios, en esta delicada combinación de esclavitud y señoría. María obedece, pero no alocadamente como  las  vírgenes necias.
Nuestra Señora oye con atención lo que Dios quiere, pondera lo que no entiende y pregunta lo que no sabe. ¿Actuamos así en nuestra vida cristiana?
Luego se entrega toda al cumplimiento de la voluntad divina: “ he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” Lucas 1,38.
¿Veis la maravilla? Santa María, maestra de toda nuestra conducta nos enseña ahora que la obediencia a Dios, no es servilismo, no sojuzga la conciencia, nos mueve íntimamente a que descubramos la libertad de los hijos de Dios. Romanos,8 21
Viva la Virgen de la Victoria .

RECORDANDO A MARIA VICTORIA
Continuación de Comer la carne de Cristo y tener un corazón con Él.

¿A quien contaré yo mis penas mejor que a Él? ¿A quien contaré mis males y mis bienes, que de mejor gana los quiera oír? Porque aquí y de allí, buscando arrimos de caña, que al mejor tiempo se os quiebran; y, en fin, estando allí Jesucristo para tu remedio y consuelo, andáis con todo desconsolado.
¿Queréis  que sea Dios todo vuestro? Sed vos todo suyo ¿No os atrevéis? ¿Tan duro,¡ciego de vos¡ que teméis trocaros a vos por Dios? ¿Por qué teméis daros a Él y ofreceros a su voluntad?...
Pues di alguno quiere venir tras de mí, niéguese a sí mismo.
Mientras no dijereis un no a vuestro sí un sí a vuestro no, no habéis pasado a Cristo. Habéis de pasar por Él: Cristo viva en mí, ya no yo. Quien a Cristo enoja, a mí me enoja, y quien a Cristo alaba, a mí me alaba; y quien a Cristo sirve, a mí sirve; por que ya no vivo en mí sino en Él.
Viva Cristo y muera yo en mí, para que viva yo en Él. Esto es comulgar y esto habéis de pedir y desear, Señor ¡ que me torne yo en vos¡ Que de este altar no vuelva fulano, sino que, como el pan se muda en vos, así haga yo¡.
¿Sabéis que es comulgar? Tener todo un corazón.¿Qué es ser cristiano? Tener la condición de Cristo-¡Oh qué sabio es Dios¡ Veis qué es comulgar. Tanto tenéis de buen cristiano, cuanto tenéis de la condición de Cristo. Aprended de mí, que soy humilde y manso de corazón. Aprender del amor que os tengo. Este es mi mandamiento que os améis unos a otros de la manera que yo os amé. ¿Qué es eso sino tener su corazón.?

Anteriores reflexiones

RECORDANDO A MARIA VICTORIA JURADO

Del Sermón 57
Comer la carne de CRISTO y tener un corazón con El
Jesús dijo :Quien come mi carne y bebe  mi sangre, en mi está (Jn 6´57)-Para que nos aproveche menester es comer y creer .Creedme, que, si esto entendéis, eso bastaría para traeros consolados, y para haceros ricos y generosos, menospreciadores del mundo, y para que ni las cosas prósperas os levanten ni las adversas os derriben.

¿ Qué he de hacer cuando comulgo? ¿Qué he de pedir, qué he de esperar, qué he de pensar?
El alma que creyere que no hay vida fuera de Jesucristo; el alma que creyere que fuera de Él no hay perdón de pecados ni agradar a Dios, sino estando en Jesucristo; el alma que tuviere a Jesucristo por manjar de vida, ya tiene una parte de lo que se requiere para comer a Cristo, pero no basta, porque habéis de entender aquello que dice San Agustín, de la fe viva: habéis de creer y amar…
A esta mesa no se admiten sino pobres; y los ricos fastidiosos son desechados hasta que se hagan pobres.¡Qué dichoso pobre¡ ¡Qué pobreza tan rica¡
Hermano, para ir a comulgar no os espantan vuestras flaquezas; no os desmayen vuestras caídas; no es este manjar solamente para los sanos. ¿No lo dijo Él así? No tienen necesidad los sanos del médico, sino los enfermos
Para el pobre.¿Quién es el pobre?. Un gemido que salga de las entrañas, por veros tal, un deseo de veros remediado, un deseo de agradar a Dios, un propósito firme de no pecar, pedirle su gracia para mejorar, que va desagradado de sí a pedirle remedio y cree que hay mayor remedio en Él que mal hay en sí, para éste es la medicina de los sacramentos.

CONTINUAMOS NUESTRA REFLEXION ANTERIOR  31-01-2024

¿Qué hacía el Señor de  decilles bienes de este Consolador, para que con su venida templasen  la pena de su ida?
Enviaros he uno que, ha por nombre Consolador, uno que os enseñará, no solo las cosas presentes, más aun la del por venir; uno que os dirá quien soy, que aún todavía no me conocéis bien, uno que sea Espíritu, que allá dentro de vosotros os enseñe, que ni sea menester orejas para oírle, ni ojos para verle; uno que nunca os dejará, sino que estará con vosotros cuando comáis y cuando durmáis , cuando estéis en la iglesia y cando estéis en casa; uno que será tan vuestro compañero, que nunca se apartará de vosotros. Tened ahora por bien mi ida, porque  venga a vosotros este enseñador. Todo  lo que yo os he hablado ,Él os lo declarará. Él será vuestro maestro, vuestro Ayo, vuestro consolador, para que os consoléis con él. Tened por bien que yo me vaya.
Grande es la dignidad del Espíritu, que tuvo por predicador al mismo Jesucristo.¿Quién predicó  de Jesucristo? El mismo espíritu santo por  bocas de los profetas , mas al Espíritu Santo, el mismo Jesucristo Dios y hombre lo predicó por su propia boca y dijo tantos bienes de Él, porque los apóstoles tuviesen paciencia de su ida.
_Señor, consolador por consolador,¿No os quedáis vos? Contentos  estamos con vos; no hay pena que con vos no se quite, quedaos con nosotros, Señor. 
No tenéis razón.
Aquella humanidad de Jesucristo que veíaan no es tan buena como el Espíritu Santo. Porque la humanidad era cosa  criada  y el Espíritu Santo era Dios. Continuará

RECORDANDO A MARIA VICTORIA JURADO

RECORDANDO A MARIA VICTORIA
Continuación de Comer la carne de Cristo y tener un corazón con Él.

EJERCICIOS ESPIRITUALES.DEL 20 AL 23 JUNIO

SEMBLANZA DE LOS EJERCICIOS

SEMBLANZA DE LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES

Estimados hermanos, tengo a bien por la gracia de Dios de reportar los ejercicios Espirituales que el Movimiento ha ofrecido a sus miembros.  No se quiere hacer un crónica pormenorizada de ellos, sino dar un testimonio sobre todo de lo que ha acontecido y de las vivencias que hemos tenido para dar gloria a Dios en primer lugar, y en segundo lugar,  producir en todos nosotros la alegría del bien que ello nos ha producido.
	Como os he dicho dar testimonio, pues los Ejercicios son una vivencia personal e íntima, y sólo por el bien que puede producir en toda la comunidad se reporta y se habla del mismo en Noticias Breves.
	Decir que a pesar de los obstáculos que más de uno ha tenido que esquivar . Un grupo de hermanos de nuestra comunidad hemos disfrutado sientiendo a nuestro Padre Misericordioso y viviendo a Jesús crucificado y resucitado. Siempre acompañados de nuestra Madre. Hemos salido llenos de ánimo para seguir trabajando en la viña del Señor, sabiendo que Dios nos ama con la certeza de tal como somos.
	Desde aquí dar las gracias a todos los que han hecho posible estos días de intimidad con el Señor: al sacerdote D.Gerardo, el equipo organizador, y al matrimonio que ha estado en cocina. Gracias a todos.

Sacerdote: Gerardo Salvador (P. de las Angustias)

IMÁGENES

¡REZA OYENDO MUSICA!

VISITA A LA REUNIÓN DE MANOLO MARFIL Y MARIA VICTORIA

REUNIÓN DE LA ASUNCIÓN: DE PACO Y CHARO

VISITA DE LA TERNA A LA REUNIÓN DE FUENGIROLA (LUNES 19 DE FEBRERO).

ENCUENTRO DE LA TERNA CON LA REUNIÓN DE FUENGIROLA

El lunes, 19 de febrero , parte de la terna tuvo la ocasión de visitar la reunión de Fuengirola. Era ya una visita esperada que se venía planeando durante algún tiempo. Nos recordaba las visitas que s. Pablo hacía a las distintas comunidades. Tan necesarias para mantener los lazos de unión entre las mismas.
Todo empezaba, con una llamada a nuestro responsable mayor Miguel Ángel desde el coche de Reme y Juande; el cual mandaba un mensaje a los miembros de la reunión de Fuengirola de saludo y confraternización. Salíamos a las 6 de la tarde, y ellos nos esperaban a las 7. Ya una vez en el lugar de la cita, procedimos a tomarnos una infusión o café con unos pasteles –Qué sitio más majo, y qué buenos estaban los dulces-; y además con la compañía de los hermanos. Allí hablamos de lo humano y lo divino. Parecía que estábamos fuera del tiempo. Fue un momento hermoso y de conocimiento de los hermanos: de sus circunstancias humanas y de su actividad cotidiana.
Posteriormente, de allí pasamos a la parroquia, que por ser lunes, no había misa; pero Rosa, la responsable de la reunión tenía llave electrónica, y la puerta se abrió. Qué alegría ver los salones tan hermosos y modernos que tenía la Parroquia de S. José: Una parroquia buena ha de tener salones. En uno de ellos, nos sentamos y comenzó la reunión. Tengo que decir qué vitalidad tan grande vi en los hermanos, y el compromiso con la parroquia, con la Iglesia: ¡Qué implicados los vi!. Nos sentimos lleno de sentimiento al ver su compromiso; además de la profundidad de su fe y sus testimonios sobre la palabra leída: El Evangelio de cada Domingo. La lectura de familia profunda sobre la relación familiar: moderse la lengua y, los padres, en muchos momentos guardar silencio por el bien y unidad familiar. Un aspecto que me llevé.

Nos costó despedirnos, y cada hermano nos indicaba su domicilio, donde vivían. La despedida fue entrañable y afectuosa entre todos, sabiendo que nos esperaban otro día; y que se unían más al Movimiento.
Para la terna ha sido una experiencia fraterna que repetiremos, y que os comunicamos para que vuestra alegría sea completa con nosotros. Damos gracias a Dios porque nos ha permitido ser los protagonistas de esta historia de nuestra comunidad. Animo, El Señor cuenta con nosotros y nos libera de dificultades para servirle. Nos vemos hermanos, hasta pronto.

Reunión de Fuengirola

VIDA DE LA REUNIÓN DE FUENGIROLA

FOTOS DE LOS MOMENTOS

VISITA DE LA TERNA A LA REUNIÓN DE COMPETA (SÁBADO 24 FEBRERO) .

VISITA DE MIEMBROS DE LA TERNA DE MATRIMONIOS A LOS HERMANOS DE COMPETA.

Hoy, sábado 24 de febrero, algunos miembros de la terna hemos visitado a matrimonios de Cómpeta. Todo ello, dentro del objetivo que la terna tiene de ir visitando reuniones de matrimonios para crear lazos entre las reuniones del Movimiento: de fraternidad, de comunicación, de identidad de nuestro Movimiento y de entusiasmo en la labor evangélica en el seno de la familia.
	Tenemos que decir que la preparación y el poder tener un contacto no se improvisa y requiere alguna preparación y puesta en común: los miembros que vamos a ir, el lugar donde vamos a comer, etc… En esta ocasión, ya preparada la visita, coincidía con actividades diocesanas sobre el “apostolado seglar” y la “familia”. Dios ha querido, damos gracias a El, que hayamos podido atender a estos dos retos; pues algunos de la terna hemos ido a Competa, y otros miembros han participado en las actividades diocesanas.
	Evidentemente la satisfacción de encontrarnos con estos dos matrimonios tan comprometidos del Movimiento: Aurelio y Loli, y Emilio y Teresa, ha sido muy grande y con mucho entusiasmo de trabajar en la viña del Señor en el Seno de nuestro Movimiento. Hemos de decir también que, en este encuentro, se han unido Pepe y Pepita de Alcaucín. Y, en la comida ya, Tino y Fuencisla.
	Llegábamos a las 11:30 de la mañana, y fuimos a una tienda de una peregrina que en la última peregrinación a Fátima había venido: Pilar y Antonio; los cuales dejaron una huella  fuerte en esta peregrinación, y que queríamos visitar –pues cómo no-, para invitarles a nuestra experiencia cristiana de familia. Nos dijo Pilar que en la próxima visita los invitásemos, y así hemos quedado. Damos gracias a Dios, pues nosotros estamos para ser sus mensajeros de esa buena alegría que es vivir cristianamente en familia en nuestro Movimiento. Después, hicimos una visita al Señor en la Parroquia, y rezamos el Ángelus. Ya todos en la plaza, nos fuimos a un salón parroquial para tener un encuentro a modo de reunión. Qué maravilla, cómo el Espíritu Santo, nos ponía palabras en la boca de cada uno, y cómo, su palabra levantaban nuestros corazones y nos ponían en actitud de optimismo se seguir estando a su servicio. La meditación de Pepe y Pepita, sobre el amor de Dios, su compasión, y su amor infinito al hombre, nos llamaba a querernos a hacer familia, a aceptarnos como somos. Al terminar, nos comprometimos a verlos; al menos en un periodo de mes y medio de algún miembro de la terna con ellos para avivar nuestra la bor evangélica de la familia en este pueblo tan querido de Cómpeta; también de ir al pueblo de Alcaucín, a pasar un día con Pepe y Pepita, donde nos muestren su realidad. 
	Después de la reunión tan rica y fructífera, de la cual damos gracias a Dios, por ella, nos fuimos a comer. Allí en el restaurante, ya nos esperaba Tino y Fuencisla, y allí hablamos de lo humano y lo divino; y recreamos lo que será el cielo: un gran banquete con el Señor.

Reunión de Cómpeta

FOTOS DE LOS MOMENTOS

CELEBRACIONES.

55º ANIVERSARIO DE BODA DE JUAN Y ENCARNITA

Juan y Encarnita

BODAS DE ORO DE PACO PORRAS Y CARMINA CASQUERO. DOMINGO 3 DE MARZO DE 2024

BODAS DE ORO DE PACO PORRAS Y CARMINA CASQUERO
	El domingo, 3 de marzo, se celebró en la Parroquia de Alhaurín de la Torre las Bodas de oro de Paco y Carmina. El Movimiento acompañó a nuestros vicerresponsables en esta celebración tan entrañable para ellos y para todos: su familia y nuestra Comunidad. Todo empezó en la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de San Sebastián a las 13:15. Todos participamos en ella: los hijos, Cristina y Salvador, participaron en la liturgia de la Palabra, y nosotros en los cantos.
	Fue un testimonio más de amor matrimonial como Jesús nos enseñó que tenía que ser, para siempre. Un amor que no tiene fin; y cuyos frutos son una familia grande. Qué alegría, saberse arropado con hijos y nietos, y participar en ese mandato de Dios: “Creced multiplicaos y llenad la tierra”.
	Damos gracias a Dios por este ejemplo de amor, de entrega a la misión de la santificación de la familia y su promoción como Iglesia doméstica. Desde aquí les felicitamos y les deseamos que sigan siendo el pilar de su casa y sigan sirviendo al Señor desde esa realidad en el seno de su comunidad el Movimiento de Apostolado Familiar San Juan de Ávila.
Gracias a los dos: Paco y Carmina. Os queremos.

BODAS DE ORO DE ANTONIO Y TERE. SÁBADO 28 DE OCTUBRE

MOMENTOS DE LA CELEBRACIÓN DEL 50 ANIVERSARIO DE MANOLO Y ENCARNITA DE FUENGIROLA

MOMENTOS DE LA CELEBRACIÓN DEL 50º ANIVERSARIO DE MANOLO Y ENCARNITA

Manolo y Encarnita

La reunión de Fuengirola

EN LA PARROQUIA DE FUENGIROLA

BODAS DE ORO DE MANOLO Y ENCARNITA DE FUENGIROLA.

El día de la Virgen del Pilar, 12 de octubre, nuestros hermanos de la reunión de Fuengirola, Manolo y Encarnita, celebraron sus bodas de oro. Desde aquí, y desde todo el Movimiento, Muchas felicidades, y que puedan, con las Bendiciones del Señor, celebrar muchas más.
	Es una alegría para el mundo y para nosotros, poder decir una matrimonio cristiano más feliz. Sí, cuando contemplamos lo que hoy llaman las “relaciones líquidas”; esas que se desvanecen y no duran. Y vemos el daño que hace una familia desestructurada a sus hijos y a la sociedad, apostamos por la familia cristiana. Basada en el amor, y, sobre todo, el perdón; y el compromiso de seguir. No cabe duda que es el pegamento que nos da el Señor el que hace que superemos cualquier contrariedad.
	Una vez más, ver a Manolo, a Encarnita, hijos y nietos, nos da a todos alegría. Damos las gracias desde aquí por su labor a la Iglesia, y a la Comunidad. Pedimos al Señor que sigan aportando su riqueza y servicio, y que terminen, cuando Dios, quiera sus vidas sirviendo al Señor. Gracias Manolo y Encarni; un abracito a los dos. Os queremos.

MANOLO Y ENCARNITA

FOTOS DE LA CEROMONIA

VISITA A JUAN ROMERO.

Juande, Juan Romero, Lucia Redoli

ENCUENTRO DE LA REUNIÓN DE HOMBRES CON JUAN ROMERO Y JOAQUIN. LUNES 15 DE ABRIL

NUEVA REUNIÓN DE HOMBRES EN MARIA MADRE DE DIOS.

MEDITACIONES SOBRE SAN JUAN DE ÁVILA

SAN JUAN DE AVILA

POR ANDRÉS ELENA.

DE LOS SERMONES SOBRE EL ESPIRITU SANTO
El tema para esta plática no es más que nos apercibamos para ser morada donde el Espíritu Santo  se aposente, y que pidamos con mucho ahínco al mismo Espíritu Santo que tenga por bien de venir a nosotros, pedirlo diariamente con fe, como tema diario, para que venga a nosotros, tal Huésped.
Habéis de saber, hermanos,  que, aunque las fiestas de Dios se pasaron cuanto a la historia, pero no se pasaron cuanto a la virtud. Bueno fuera, por cierto, para nosotros si, como se pasó el tiempo en que Jesucristo padeció, también se pasara la virtud de su pasión.
¿ Qué fuera de nosotros si, como pasó dos mil años ha, ella no durara? Siempre dura la virtud de la pasión  hasta que el mundo se acabe. Respecto a la acción del Espíritu Santo, que aunque pasó años ha, has de hacer cuenta que el mismo efecto hará hoy el Espíritu santo en tu alma que hiciera en ti en el tiempo de los apóstoles.
Examínate, si tú lo deseas, el papa Francisco no está insistiendo a pedirlo, desearlo, que venga a nosotros.
Con motivo de la asamblea Sinodal que termina esta semana nos ha pedido que lo invoquemos para que les de las gracias necesarias junto con el don del discernimiento sobre como vivir y llevar el Evangelio a los demás en estos momentos actuales.
¡ Oh quien viera a Jesucristo para pedirle mercedes cuando andaba en este mundo entre nosotros  padeciendo trabajos!. Si cuando en el mundo estaba, echándote a sus pies, tienes por cierto que, según es piadoso, según su infinita caridad, no te negará las mercedes que le pidieras- ¿Tú hermano crees esto?- crees que tan aparejado está el día de hoy y de tan buena gana  te hará las mercedes hoy, estando en el cielo, como cuando entre nosotros estaba, y si tú en este tiempo te aparejas para que el Espíritu Santo venga en ti, haz lo que es necesario y dígote de su parte que también vendrá a tu alma dándote su gracia, como cuando a los apóstoles apareció viviendo en el mundo .Recemos todos los días y en todo momento para recibirlo en nuestros corazones y caminar con Él. Dios nos siga bendiciendo y nuestra madre de Fátima nos cuide.

CONTINUACIÓN

Continuamos con la PREPARACION  PARA LA COMUNIÓN

¿Qué se requiere entonces para comer a Cristo?
Dice nuestro patrón: El alma que creyere que no hay vida fuera de Jesucristo, el alma que creyere que fuera de él no hay perdón de pecados ni se puede agradar a Dios sino estando en Jesucristo, el alma que tuviere a Cristo por manjar de vida… ya tiene una parte de lo que se requiere para comer a Cristo.
Es decir, necesitamos de fe, necesitamos creer que la 
Vida con mayúsculas sólo la tenemos cuando estamos cerca de Dios, que todos nuestros problemas, nuestras ilusiones, nuestros deseos, y la vida de los que queremos, únicamente alcanzan su verdadero sentido cuando Dios los preside y los inunda. Sólo entonces vemos con claridad, sólo entonces sabemos dar importancia a lo que verdaderamente la tiene, sin entretenernos en tonterías, y sólo entonces damos testimonio de que Cristo es nuestro único Señor. ¡ Y a veces cuántos señores tenemos¡Pero ello no basta, sigue diciendo este tratado, sino que hemos de entender aquello de San Agustín, de la fe viva : Hemos de creer y amar.
Para creer debemos sentirnos pobres y necesitados,: Sigue diciendo el maestro Juan, que no se admiten a esta mesa sino los pobres, que los ricos fastidiosos son desechados, hasta que se humillen y se hagan pobres. Por ello no deben frenarnos nuestras debilidades, que las tenemos, y muchas, al contrario con más interés  debíamos acudir a la Eucaristía a buscar perdón, consuelo y fuerzas, como dice S. Juan de Ávila: Hermano, para ir a comulgar no os espanten vuestras flaquezas, no os desmayen vuestras caídas; que no este manjar sólo para los sanos. Y así lo dijo Jesucristo: “No tienen necesidad del médico los sanos, sino los enfermos”(mt,9,12).

DEL TRATADO 8º DEL LIBRO DEL SANTISIMO SACRAMENTO: 
PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN

“Quien come mi carne y bebe mi sangre, él está en mi y Yo en él” ( Jn 6 )
Y nuestro patrón San Juan de Ávila, hablando de la Eucaristía, nos dice “ Tomad y comed ,y comiendo y creyendo viviréis”
Si entendiéramos esta gran verdad, nos dice, eso nos bastaría para estar consolados y para hacernos ricos y generosos, menospreciando las cosas del mundo para sentirnos bien, entiendo yo, para no andar poniendo nuestra felicidad o nuestras ilusiones en otras cosas. Sólo entonces, cuando comprendamos la importancia de la Eucaristía, dice, las cosas prósperas no nos levantarán ni las adversas nos derribarán. Pero no lo entendemos, no abarcamos a comprender  lo que es comer la carne de Cristo, que no es sino acercarnos al altar y comulgar, y que esto se haga bien hecho.
Comer la carne de Cristo, es estar Jesucristo en vos, y vos en El, comida como se ha de comer y con buena disposición. ¡ y cuantas veces nos acercamos llenos de nuestras cosas, de nosotros mismos, sin ni siquiera predisponer nuestra mente y nuestro corazón para recibirlo¡
En la mesa del señor, mandaba El que hubiese pan y lumbre, así lo leemos en Éxodo 25,30-37, 
Entonces cómo es que llegamos nosotros al altar a oscuras, porque así vamos cuando no sabemos a lo que vamos, ni qué representa esa mesa, ni qué hemos de traer, ni cómo lo hemos de comer, ni qué hemos de desear. Por ello, dice
San Juan de Ávila vais sin lumbre y claro, volvéis sin lumbre.. Podemos por tanto reflexionar sobre cómo nos acercamos a comulgar y qué disposiciones hemos de llevar. “Continuará”

CENTENARIO DE NUESTRA FUNDADORA TRINI SAMOS: SEMBLANZA DE UNA APOSTOL DE CRISTO